De no creer la suerte de algunos
Un neozelandés compró un billete de lotería y se lo olvidó en un bolsillo durante un mes, hasta que un día lo encontró y lo presentó para descubrir que era millonario. Su plan ahora es retirarse y no tener que preocuparse nunca más de si tendrán suficiente para llegar a fin de mes.
“Cuando la persona que atendía en el mostrador me dijo que había ganado un millón, me quedé duro. Perdí el sentido de dónde me encontraba y de lo que estaba ocurriendo”, explicó el afortunado vecino de Hamilton, en la Isla Norte de Nueva Zelanda, según el diario New Zealand Herald. No es para menos.
El despistado nuevo millonario dijo que si su esposa no le hubiese empujado a invertir en unos billetes de lotería para probar suerte, nunca lo hubiese hecho. Él pensaba que era una de esas personas a las que nunca le tocan los premios. Como la mayoría de los mortales.
Tras ingresar el dinero del premio en el banco, “le pregunté a mi mujer si quería comprar algo, pero no se nos ocurrió nada que quisiésemos en ese momento”, añadió el neozelandés.
Su plan ahora es retirarse y no tener que preocuparse nunca más de si tendrán suficiente para acabar el mes. Tranqilo mira el horizonte del ocio absoluto, como quien una tierra inexplorada y encantadora.