(Por Ana Flores Sorroche) La Bancaria tomó la sede central del Banco Nación para hacer una asamblea. Con la presencia plena del triunvirato de la CGT, la cúpula de la CTA y múltiples dirigentes políticos, sociales y gremiales, Sergio Palazzo se afianzó en la lucha para frenar la privatización del BNA contemplada en el DNU 70/23. InfoGremiales pudo hablar con varios protagonistas de la jornada y la mirada fue unánime: No se trata de un banco más, es una cuestión de soberanía y de desarrollo nacional.
La Bancaria encabezada por Sergio Palazzo convocó a una asamblea este martes en el edificio central del Banco Nación, a metros de la Casa Rosada. El llamado se hizo extensivo al movimiento obrero. Minutos después de las 16 horas, llegaron caminando a la esquina de 25 de Mayo y Bartolomé Mitre muchos de los principales dirigentes sindicales del país que acudieron a solidarizarse. «Ahora todos somos una sola fuerza» resumiría luego Hugo Yasky.
Encabezando a una nutrida columna de bancarios, estaba en pleno el triunvirato de la CGT, la cúpula de la CTA de los Trabajadores, representantes de movimientos sociales, también dieron el presente reconocidos peronistas relacionados con el banco como Roberto Feletti, ex vicepresidente o ex presidentes del BNA, como Julia Strada, Felisa Miceli y Juan Carlos Fábrega. Sergio Palazzo convocó y el movimiento obrero respondió.
Las intervenciones en el micrófono fueron pocas y breves en un edificio colmado de trabajadores bancarios acalorados con remeras azules que rezaban «La patria no se vende». La frase hace referencia al rechazo del gremio a la privatización del Nación pero también a la patria, en una visión que compromete al BNA con el progreso del país.
Héctor Daer, que habló en representación de la CGT, se refirió a la importancia del Banco Nación como ente autárquico del Estado nacional en ese sentido: «No es un hecho de La Bancaria sino del pueblo argentino porque está institución generó el desarrollo del interior del interior de nuestro país. Es la única capaz, por qué la quieren rifar», se preguntó.
Daer remarcó que el conflicto del sindicalismo con el Gobierno empezó con la emisión del «ilegítimo e inconstitucional DNU 70/23» y la mención está íntimamente relacionada con el conflicto bancario. El llamado megadecreto habilita la privatización del Banco Nación dado que deroga la ley que impide su venta y, a su vez, contempla la posibilidad de que se transforme en una sociedad anónima.
InfoGremiales también consultó luego a Alberto Lamas, delegado general de la Gremial Interna de Banco Nación, al respecto: «La trampa está en la sociedad anónima porque el que pone la plata, lo maneja. El mejor ejemplo es el Banco Hipotecario», recordó.
El Banco Hipotecario Nacional fue creado en 1886 como una Entidad Autárquica. Su principal actividad era el otorgamiento de préstamos para la compra, construcción y refacción de viviendas. En 1997 se privatizó y en 1999, vendió sus acciones dejando al Grupo IRSA de Eduardo Elsztain con el control de la sociedad. Desde entonces la posibilidad de comprar una casa mediante un crédito en Argentina cayó en picada y actualmente representa un 4,4% del total del crédito al sector privado.
El DNU 70/23 habilita este mismo camino con el Banco Nación. «Lo que hay que hacer es derogarlo en el Congreso, no en la Justicia», afirmó el de Sanidad en su discurso, y se mostró confiado respecto al apoyo de los legisladores: «seguramente vamos a tener los votos».
Esta semana trascendió la contratación por parte del gobierno de Javier Milei de dos de los hijos del ex funcionario de la dictadura Horacio Liendo, para la llamada «reestructuración del Banco Nación». Deben armar una propuesta para concretar la transformación del BNA en la sociedad anónima con la que sueña la financiera BlackRock, que le habría prometido al ministro Luis Caputo 1000 millones de dólares.
InfoGremiales pudo consultar al triúnviro Héctor Daer sobre la decisión del Gobierno de contratar precisamente a familiares de Liendo, ex ministro de Trabajo de la dictadura, para esta faena: «No es una provocación, es una decisión política». Sólo buscan «privatizar el Banco Nación» y «en el DNU está la privatización».
Sin embargo, no todos creen que la privatización del BNA siga sobre la mesa. El mismo martes por la mañana, en diálogo con El Destape Radio, el diputado por la UCR Francisco Monti aseguró que en el tratamiento de la Ley Ómnibus, los radicales se expresaron contra la privatización del Nación y la sacaron de la negociación, por lo que remarcó: «Ya lo hemos dejado resguardado».
En ese sentido, InfoGremiales consultó al dirigente de la CGT Pablo Moyano por estas declaraciones del legislador radical: «Bueno, que se lo expliquen a Palazzo, que dijo todo lo contrario. Si el negocio de los grandes grupos de banqueros es precisamente cerrar el Banco Central, privatizar el Nación para que sigan haciendo negocios un pequeño grupo de inversores extranjeros».
Minutos antes, dentro del fastuoso edificio, el tercer y último discurso fue del anfitrión Sergio Palazzo, que aprovechó para reconocer la labor militante de los bancarios en la junta de firmas contra la privatización y valoró el apoyo que le ofrecieron los dirigentes de otros gremios en la tarea.
También resaltó la «gran jugada jurídica» de la CGT para frenar la reforma laboral que contenía el DNU y para luego derogar el capítulo laboral del decreto. «Si podemos hacer esta asamblea y todo lo que estamos haciendo es porque no están vigentes esos artículos. Si no hubiera estado el movimiento obrero, la ley ómnibus tendría media sanción», agregó.
Para Palazzo, la mira del gobierno está puesta en el Capítulo 2, Anexo II de esa ley que retiraron, que incluía la privatización del Banco Nación, las termoeléctricas y Arsat. «Es la caja que verdaderamente buscaban».
Y agregó que en el BNA «no hay ineficiencia, ni es deficitario, lo que hay es un gran negociado para incluir a BlackRock y a otros pero en vez de aceptar el no del Congreso, el Gobierno eligió el camino de la venganza».
Palazzo además aclaró que el DNU es «nulo» porque «no hay ningún estudio que certifique la necesidad y urgencia, porque no cumple con la ley de producción administrativa y porque para privatizarlo tendrían que cambiar la carta orgánica del Banco Nación», y para hacerlo necesitan los votos del Congreso. «Nos vamos encargar de que no los tengan. Que escuchen en el primer piso y en Balcarce 50 también», arengó.
Ante la asamblea, Palazzo adelantó que junto a su compañero de gremio y bancada Carlos Cisneros, presentarán a mediados de marzo un proyecto parlamentario para excluir al BNA de los bienes estatales privatizables con una gran movilización al Congreso.
«Vamos a traspasar los medios y buscar en cada argentino el reconocimiento de esta institución. Vamos a persuadir y a convencer», cerró antes de salir al banderazo.
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