La Confederación Argentina de Trabajadores de Transporte (CATT) anunció ayer que emprenderá un boicot contra todos los buques y aviones británicos que lleguen al país en represalia a las pretensiones militaristas del Reino Unido. La CATT está conformada por 43 gremios de transportes (que van por tierra, agua y aire y entre los que están los portuarios) y su secretario general es Omar Viviani.
La CATT definirá esta semana la instrumentación de la medida.
La medida no sólo comprenderá aquellos barcos que lleguen a los puertos con la bandera de Gran Bretaña sino también a cualquier otra que sea utilizada para un engaño. A partir de la fecha hemos resuelto boicotear a cualquier buque con bandera inglesa, con la bandera mentirosa e inventada de Malvinas, o registrados en alguna de las banderas de conveniencia que los piratas británicos utilicen (Bermuda, Islas Caimán, Gibraltar, Panamá, Malta, etcétera), afirmó la CATT.
Según pudo saber Tiempo Argentino, la acción se definió el jueves pasado, tras los anuncios que realizó la presidenta Cristina Fernández en la Casa Rosada. Después de escuchar que el gobierno llevaría una denuncia por la militarización del Atlántico Sur ante el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), los 37 miembros del Consejo Directivo de la CATT definieron imitar y endurecer, en buenas dosis, la medida dispuesta por los países miembros del Mercosur (que se niegan a recibir barcos con la bandera de las Malvinas).
