Las contradicciones en el discurso de Milei en la UIA y el sincericidio para justificar el ajuste del gasto

El Presidente criticó la intervención en el tipo de cambio y las tarifas, pese a que este gobierno la aplic. Reconoció que el objetivo de su gestión es “achicar el Estado para agrandar el bolsillo” de los industriales.

 

 

En un discurso plagado de contradicciones, inexactitudes y varios sincericidios, el presidente Javier Milei habló antes los popes empresarios de la Unión Industrial. “Vinimos a achicar el Estado para agrandar el bolsillo de ustedes”, admitió el líder libertario, bajo la mirada aprobatoria de los directivos de las principales industrias argentinas. Milei sostuvo que “ningún país quebró por abrirse a la economía global”, obviando el resultado calamitoso que generó esa política con José Alfredo Martínez de Hoz, con la administración menemista y, más recientemente con el macrismo. También, criticó las políticas de “pisar el tipo de cambio y las tarifas”, una práctica que, con nombres más pomposos como crawling peg o la mera prórroga de ajustes en las boletas, aplica el equipo económico que lidera el ministro Luis Caputo.

 

La apertura del acto estuvo a cargo del anfitrión, el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, quien se quejó de los costos de transporte y del aumento de las tarifas de la energía. Entre los asistentes del auditorio se encontraban los empresarios Gustavo Weiss (Camarco), Javier Martínez Álvarez (Tenaris), Alejandro Bulgheroni (PAE), Martín Cabrales (Cabrales), Javier Goñi (Ledesma), Jaime Campos (AEA), entre otros. Milei comenzó su discurso aseguran que la mejor política industrial es “tener una buena política fiscal y monetaria, honrar las deudas, terminar con la inflación, recuperar el cálculo económico y devolverle a los argentinos el futuro y la capacidad de ahorrar y de manejar su propia economía”.

El mandatario hizo una férrea defensa de la decisión de retirar cualquier política de apoyo al sector productivo. Argumentó que eso es “meter la mano en el sector industrial” y defendió el modelo agroexportador, de un siglo atrás, enfocado en las exportaciones de materias primas sin valor agregado. Mientras los industriales lo miraban sin ruborizarse, Milei habló en contra de una “sobreprotección” al sector manufacturero, con créditos subsidiados, barreras aduaneras y aranceles al ingreso de importaciones para competir en el mercado local.

Es un sector industrial adicto al Estado. Pisar tipo de cambio y tarifas; quitarles a uno para darles a otro, no es una política económica, es una estafa. La política industrial es tener una buena política fiscal y cumplir con la deuda, además de bajar la inflación”, agregó. Milei aseguró “ningún país quebró por abrirse a la economía global”.  “Esta administración se enfoca en reducir el costo argentino, para mejorar la competitividad de todos los sectores productivos. Vinimos a achicar el Estado para agrandar el bolsillo a ustedes”, señaló en referencia a los empresarios presentes. El mandatario luego describió una serie de supuestos objetivos alcanzados, como una “reducción del costo financiero, el equilibrio fiscal, la mejora en el crédito de largo plazo y a las familias y empresas”.

Mieli aprovechó el escenario para hablar de la eliminación del impuesto PAIS y destacó la baja, aunque obvio resaltar que el porcentaje de reducción es el mismo que el incrementado apenas asumió su gestión. Luego reiteró el compromiso de eliminarlo en diciembre. También destacó que se eliminaron las retenciones a la carne y aranceles a la importación de la industria automotriz.

Celebró la salvaje reducción del gasto público, de un 30 por ciento. “Es el ajuste más grande de la historia”, se vanaglorió el Presidente, quien luego señaló que hubo una recuperación en la venta de autos y un superávit del sector energético y del intercambio comercial. También sostuvo que existen inversiones comprometidas a través del Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI) por 50.000 millones de dólares.

“Y después algunos hablan de industricidio”, lanzó el mandatario. 

Por qué se habla de ‘industricidio’

De cara al 2 de septiembre de 2024, Día de la Industria, se analiza los principales indicadores relativos al sector manufacturero, junto con una recopilación de casos testigos que dan cuenta de la situación crítica en la que se encuentran las industrias manufactureras argentinas y el análisis del viraje ocurrido en las principales políticas publicadas dirigidas hacia la industria desde la asunción de Milei.

En un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), por ejemplo, se analizan los principales indicadores con retroceso industrial. Entre noviembre de 2023 y mayo de este año se perdieron 28.554 puestos de trabajo registrados en unidades productivas industriales (- 2,35%) y si se proyecta, con la Encuesta de Indicadores Laborales que elabora la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, al mes de junio, el número asciende a 33.983 puestos de trabajo industriales menos para junio.

La industria argentina enfrenta un deterioro severo, evidenciado por una caída interanual del 20,4% en junio de 2024, la peor del año según el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE). La utilización de la capacidad instalada se redujo al 54,5%, niveles comparables a los de junio de 2020, durante la pandemia. Este escenario es transversal a todos los sectores industriales.

La producción industrial de las PyMES se contrajo 17,8% en julio interanualmente según CAME, acumulando seis meses consecutivos de retroceso, lo que confirma que el sector industrial no encuentra un piso y aleja cualquier expectativa de recuperación a corto plazo.

Las políticas anti-industriales de Milei

  • Desde que asumió, la administración de La Libertad Avanza aplicó una serie de políticas que beneficia a los grandes monopolios, pero tienen un importante sesgo antiindustrial, y perjudica principalmente a las pequeñas y medianas empresas.
  • Aumento de tarifas de luz y gas con impacto en talleres y pequeñas industrias.
  • Suba de costos en la industria a través del Impuesto PAIS, en toda la gestión Milei hasta septiembre.
  • Derogación Ley de Compre Nacional (DNU 70/2023).
  • Derogación del PRODEPRO (DNU 70/2023), que establecía una política de ANR (Aportes No Reembolsables) destinado a empresas que abastecen a sectores estratégicos de la industria.
  • Eliminación o baja de aranceles de importación, incluyendo la eliminación de la política de Licencias Automáticas y No Automáticas y el Decreto 384/2024 la Secretaría de Comercio con baja de aranceles de importación para productos de línea blanca como heladeras y lavarropas (del 35% al 20%), a los que se le suman los neumáticos (35% a 16%) e insumos plásticos (12,6% a 6%).
  • Apertura en acero. El 30 de agosto la Secretaría de Industria y Comercio informó que modificó el reglamento técnico (RT) del acero “para simplificar y bajar los costos de importación”, acompañada de desregulación absoluta, lo que implica posible impacto negativo en puestos de trabajo sectoriales.
  • Habilitación a la obra civil en el cómputo del 20% de proveedores locales para proyectos de RIGI aprobados en Ley Bases, lo cual significa la virtual eliminación del beneficio a las pymes.
  • Cambios régimen antidumping, apuntando a topear el porcentaje de los derechos aplicados a ciertas importaciones y establecer un plazo máximo del orden de los 18 meses para este tipo de medidas (el régimen establece hasta 5 años, renovables en determinadas condiciones).
  • Eliminación de toda política de créditos productivos para la inversión en pymes, abandonando los créditos subsidiados del Banco Nación y BICE, entre ellas la Línea de Proyectos Estratégicos con objetivo sustitutivo.
  • Intervención en organismos en el marco de la Ley Bases: la ley habilita a que el Poder Ejecutivo avance con modificaciones y reestructuraciones en el objeto, organización interna y estructura de los organismos descentralizados (involucrando el pase a disponibilidad de su personal, en los casos de quedarse sin tareas), aún de aquellos que aparecen excluidos de su cierre, como es el caso del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
  • Desfinanciamiento de programas y áreas asociados a la política industrial. Entre enero y julio, respecto del mismo periodo de 2023, la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo cayó en su ejecución real un 89%; el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) -22%; la Comisión Nacional de Comercio Exterior -34%.
  • Por último, la apuesta de Milei, a través del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) contenido en la Ley Bases es promover enclaves extractivistas de cara a la exportación, reprimarizando la economía argentina y dejando en un segundo plano a la industria nacional.

 

FUENTE EL DESTAPE