Carlos Bianco, ministro de Gobierno bonaerense, dijo que en Coronel Rosales “se está dando la inversión más grande de la Argentina, que es la ampliación del tancaje petrolero”. Lo publicó este diario tras un reportaje de Bianco con Eduardo Aliverti y causó sorpresa. La referencia es al conjunto de obras que le posibilitarán al puerto ubicado al sur de la provincia de Buenos Aires duplicar su capacidad operativa de petróleo crudo. En estos momentos, se están construyendo nuevos ductos, más tanques de almacenaje e, incluso, un muelle aguas adentro en la ciudad por donde pasa el 70 por ciento del petróleo crudo del país.

De esta manera, y ante el constante crecimiento de la producción de Vaca Muerta, la provincia de Buenos Aires se alista para estar en condiciones de recibir el doble de petróleo en Rosales, tanto para la refinación nacional como para la exportación. Son dos inversiones netamente privadas, pero con participación de YPF. A su vez, ambas son posibles gracias a las gestiones de la Nación y la Provincia, previo al arribo de Javier Milei.

En números, cuando se cuente con la nueva infraestructura que están construyendo las empresas Oldelval y Oiltanking y se llegue a su máxima operatividad, el Puerto de Rosales estaría en condiciones de exportar 310 mil barriles de crudo diario. Hoy en día, Argentina exporta un promedio de 175 mil barriles diarios. Por ende, según las estimaciones de las empresas, el país estaría ampliando su volumen exportable en 8 mil millones de dólares al año.

A su vez, estas obras, que demandan una inversión por encima de los 1.500 millones de dólares y que están transitando o finalizando sus primeras etapas, ya tienen un impacto en la región. “Hoy ya tenemos crecimiento porque hay mil trabajadores en la obra de la extensión de la terminal y la construcción de los tanques”, señala Rodrigo Aristimuño, el intendente de Coronel Rosales a Buenos Aires/12.

El dirigente, que hasta 2023 estuvo al frente del Consorcio del puerto rosaleño, explica que lo que se está desarrollando implica un crecimiento estructural del 50 por ciento para el puerto, lo que posibilitará un mayor movimiento de barcos y de mayor envergadura, dando más ingresos al puerto y abriendo el camino al desarrollo de las PyMEs el sector, brindando más trabajo a estibadores, a quienes suministran servicios lavado o amarre, o venta de comida.

Además, Aristimuño destaca que lo que está sucediendo es el resultado de aplicar una estrategia con el Estado como actor central. “Desde la Provincia se decidió prolongar la concesión del espejo de agua en el puerto a la empresa que encabeza la obra y acompañar el proyecto”, subraya. Y, en paralelo, el rol del Gobierno nacional fue fundamental. Pero no el del gobierno de Milei, sino por la acción de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía. Así lo explica a este medio Juan José Carbajales, director del Instituto del Gas y del Petróleo de la Universidad de Buenos Aires y ex Secretario de Hidrocarburos de la Nación. “Tanto Oldelval como Oiltanking tenían concesiones hasta 2027, pero apenas asumió Massa se les extendieron diez años más porque estas obras no tienen un repago en dos o tres años”, resalta.

“Acá lo importante es la planificación, en su momento, del Estado nacional que acompaña el desarrollo capital privado y con YPF en el medio, algo que hoy en día no se ve”, afirma Carbajales en diálogo con este medio. El dato sobre la presencia de YPF nunca es menor cuando se sigue poniendo en duda la decisión de su expropiación, cuya real consecuencia es la actualidad de Vaca Muerta y, por ejemplo, las obras en Rosales.

Producir, transportar y embarcar

Aristimuño, vencedor de las elecciones locales en octubre de 2023 de la mano de la boleta de Unión por la Patria, señala que las primeras conversaciones sobre estos proyectos se dieron durante su presidencia en el puerto. “Se trata de dos obras cohesionadas, porque lo que se hace en el puerto es producto del desarrollo del nuevo oleoducto”, subraya el intendente.

Cuando habla de oleoductos, Aristimuño se refiere al Proyecto Duplicar. ¿Qué es? Se trata de la construcción de más de 500 kilómetros de caño desde la Estación de Bombeo Allen en Río Negro hasta la de Salitral, y de allí al puerto rosaleño, donde se construirá una nueva estación terminal. La primera etapa finalizó semanas atrás y la totalidad de los caños por donde se trasnportará el crudo de la cuenca neuquina, ya están soldados

Esta obra está en manos de Oleducto del Valle u Odelval, una empresa compuesta por varias petroleras y en donde YPF cuenta con más del 30 por ciento de las acciones. También la integran Chevrón, Pan American Energy y Pampa Energía, entre otras.

Así lo detalla Carbajales, que hace hincapié en todo el proceso vinculado al desarrollo del sector que se está materializando en Rosales. El director de la consultora Paspartú, especializada en hidrocarburos, explica que, desde hace cinco años, Vaca Muerta viene batiendo récords mensuales de producción de crudo. Por ende, es necesario generar las herramientas para movilizar ese nuevo volumen.

Según los datos brindados por la propia Oldelval, y haciendo alusión al nombre del proyecto, la obra permitirá, en un primer paso, duplicar la cantidad de petróleo diario que llega a Rosales. De 36 mil metros cúbicos diarios a 86 mil. Y, a su vez, subrayan que cuando se alcance el máximo de operatividad, se podrán transportar un total de 310 mil barriles diarios para su exportación desde el puerto rosaleño.

Para que esto sea posible, como bien mencionan tanto Aristimuño como Carbajales, es necesaria la obra de Oiltanking. La firma, dentro de la cuál YPF también cuenta con una porción minoritaria de acciones, está construyendo seis tanques de 50 mil metros cúbicos para almacenar petróleo, un muelle aguas adentro para recibir barcos de hasta 300 metros de eslora y con una capacidad de 160 mil toneladas, una estación de bombeo y una subestación eléctrica.

Los nuevos tanques darán lugar a lo que mencionaba Bianco respecto al tancaje y la posibilidad de almacenar mucho más petróleo en Rosales. Pero, ante todo, se está llevando adelante una obra con un 95 por ciento de materiales nacionales y que permitirá un salto cualitativo en la operatividad del puerto: el nuevo muelle.

Aristimuño explica que, hasta el momento, el puerto cuenta con dos monoboyas que permiten carga y descarga de crudo por medio de mangueras. El problema, señala, es que ante la necesidad de expandir el volumen petróleo transportado, hubo que decidir entre comprar una nueva monoboya, una herramienta íntegramente producida en el exterior, o apostar a una obra que facilitará el arribo de buques gigantes, pudiendo ampliar el abanico de opciones de carga.

Una vez terminada la obra, podrán amarrar barcos con 160 mil toneladas de capacidad, mientras que hoy en día con las boyas sólo pueden arribar embarcaciones de hasta 106 mil toneladas de carga. Así, los costos de logísticas se abaratan, acrecentando las opciones de exportación y traslado local.

Este último punto no es menor, ya que los puertos de Dock Sud donde, por ejemplo, se alojan refinadoras como Raizen, reciben el petróleo en barcos que provienen de Coronel Rosales. De esta manera, el transporte para el refinado del mercado interno podría ser más económico.

En este momento está en construcción la etapa de pilotes y primeras estructuras, así como el nuevo sistema eléctrico necesario. Luego se avanzará con el viaducto de acceso al muelle, es decir, los caños mediante los cuales se llevará el crudo desde los tanques hasta los dos puntos de carga aguas adentro. Si todo sigue viento con viento a favor, se espera terminar con las tareas entre abril y mayo del 2025.

Además, el Consorcio del puerto está trabajando en nuevas obras de dragado. Pero, como bien menciona Aristimuño, Rosales tiene la ventaja de ser un puerto de aguas profundas, lo que facilita planificar obras de este tipo y reducir de manera cuantiosa una de las tareas más costosas: el dragado.

Esta no fue la única tarea del Consorcio. El intendente rosaleño explica que, en momentos de la negociación con Oiltanking para la prórroga en la concesión del espejo de agua para operar, desde el puerto y en conjunto con la Provincia, se decidió desarrollar lo que hoy se puede denominar como “régimen de promoción” para potenciar la obra. De esta manera, se acordaron reducciones en tasas y tarifas para incentivar las inversiones.

Planificación estatal

“YPF está en el medio, siendo una sociedad que cotiza en bolsa pero con el Estado como accionista mayoritario, que pone un plan de acción que busca rentabilidad pero en consonancia con políticas públicas”, describe Carbajales. Pero hay otra cara de la moneda: “Eso funcionaba así hasta el finales del año pasado”.

El ex secretario de Hidrocarburos explica que hoy las obras siguen en ejecución y no están paradas por no ser parte de la obra pública nacional, algo que sí sucedió con la ampliación de infraestructura vinculada al gas que se extrae de Vaca Muerta. “La línea era clara: producir más y aumentar las exportaciones, que son el 30 por ciento del total de lo producido, garantizando el abastecimiento del mercado interno”, sintetiza Carbajales.

“En su momento el Estado nacional tomó decisiones para vehiculizar lo que necesitaba, pero hoy no veo eso entre YPF, el Estado y las empresas”, asegura el docente de la UBA. Y aquí trae a colación lo que padeció la provincia de Buenos Aires respecto a la decisión de Milei de quitarle la obra de la planta de licuefacción de gas de Bahía Blanca.

Carbajales advierte que la única manifestación del Estado nacional sobre la planta de GNL fue “una triste conferencia del Presidente con ataques personales o de tinte ideológico” contra Axel Kicillof. “Podemos decir que hace su juego, pero no hay detrás de eso una planificación estratégica”, subraya.

El ex funcionario repasa que son las provincias las que tienen un dominio originario sobre los recursos naturales, pero que la Nación reservó para sí la facultad de diseñar la política energética a nivel federal. Afirma que el actual corrimiento del Estado que pregona Milei hace que se tomen decisiones aisladas y la industria carece de un interlocutor válido.

 

¿Las consecuencias? Sin un criterio unificado afloran los intereses diversos. Para algunas empresas, el valor está en el mercado interno porque es su ámbito comercial, pero para otras lo es sólo exportar. La Ley Bases que desreguló la Ley de Hidrocarburos, si bien aún no está reglamentada apunta a quebrar el artículo que ponía al mercado interno como prioridad ante la exportación, y así queda abierta la ventana a nuevos riesgos en materia de abastecimiento.