El nuevo ministro de Saludo Mario Lugones le pidió la renuncia al Consejo de Administración del Hospital Garrahan por otorgarles un bono a los trabajadores que sostienen a una de las instituciones de pediatría más prestigiosas de Latinoamérica, donde día a día se salvan la vida de miles de niños y niñas porque “no se corresponde con la pauta salarial que marcó el Estado Nacional”. El Gobierno amedrenta así a otros jerárquicos de la administración pública que busquen preservar a sus trabajadores y a los trabajadores, de hacer reclamos.
El nuevo ministro de Salud, Mario Lugones, le pidió la renuncia a los cinco integrantes del Consejo de Administración del Hospital Garrahan tras otorgar un bono de $500.000 al personal que reclama una actualización salarial.
La decisión fue cuestionada por la nueva autoridad de la cartera al sostener que la compensación salarial otorgada “no se corresponde con la pauta salarial que marcó el Estado Nacional”.
Según precisan fuentes del ministerio, “el Consejo definió esta medida sin consultar y sin evaluación previa”, y lo que habría generado malestar en el hospital de niños más prestigioso de Latinoamérica es que “cada integrante del Consejo gana 5.5 millones de pesos”.
La premisa de Lugones,hombre de extrema confianza del asesor presidencial, Santiago Caputo, es que los funcionarios que gestionan la salud deben comprometerse con el manejo responsable de las cuentas públicas y administrar los recursos en cumplimiento con el objetivo de déficit cero establecido por Milei.
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