La negociación paritaria entre la UOM San Nicolás y la empresa de acero Ternium, del Grupo Techint, vuelve a escalar. En un reciente comunicado, el gremio expresó su rechazo a lo que calificó como una «actitud arbitraria y desafiante» por parte de la compañía que no solo desestimó las demandas salariales de los trabajadores, sino que también tomó decisiones unilaterales que complicaron aún más el proceso de negociación, explicaron.
La paritaria siderúrgica vuelve a dar que hablar. Desde la UOM San Nicolás, describieron que la posición de Ternium durante la negociación de este martes como «arbitraria y desafiante. La seccional lo percibió como una estrategia de la parte empresaria para imponer sus términos sin tomar en cuenta la realidad de los trabajadores, quienes se ven gravemente afectados por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo. El sindicato argumentó que, a pesar de la flexibilidad que mostraron en las discusiones, la empresa optó por una postura intransigente.
La UOM local denunció, además, que las acciones de Ternium implican un incumplimiento de los principios de diálogo y negociación colectiva, esenciales en cualquier proceso paritario. La organización sindical calificó estas medidas como un desafío a las leyes laborales vigentes y advirtieron que esto podría derivar en nuevas protestas y movilizaciones.
Ternium, por su parte, aún no emitió una respuesta oficial. No obstante, fuentes cercanas a la negociación indicaron al diario El Norte que la empresa considera sus propias propuestas como “razonables” en el marco de la situación económica actual. Esto, naturalmente se opone a la postura de los representantes gremiales, que insistieron en que se requieren aumentos salariales que reflejen las condiciones reales del país.
Mientras tanto, la situación genera preocupación en San Nicolás, donde el conflicto se percibe como un reflejo de las tensiones laborales que afectan a numerosos sectores industriales en el país. La UOM advirtió que la falta de soluciones podría llevar a una escalada en el conflicto y afectaría tanto la producción como la paz social en la región.
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