Javier Milei eligió a Pedro Daniel Cavagnaro. La intervención se extenderá por 180 días, según la información oficial. Lo dotó de poderes para modificar convenios laborales. Los gremios calificaron de «irracional» la forma en la que el Gobierno está tratando el asunto.
El Gobierno nacional dispuso la intervención de la Sociedad del Estado “Casa de Moneda” por un período de 180 días, con el propósito de “reorganizar y optimizar su funcionamiento”, según se informó en un decreto publicado en el Boletín Oficial.
La medida responde a la emergencia pública en materia económica, administrativa y social, decretada en diciembre de 2023, y es parte de una estrategia de reorganización de empresas públicas que incluyó la transformación del estatus jurídico de varias sociedades con participación estatal. En ese marco, se designó como interventor al doctor Pedro Daniel Cavagnaro, quien asumirá a partir del 1 de noviembre.
El interventor tendrá amplias facultades, que incluyen la renegociación de contratos para la continuidad de servicios esenciales como la impresión de pasaportes, chapas-patentes y estampillas, además de la evaluación y modificación de convenios laborales y el rediseño de la estructura administrativa de la empresa. También podrá realizar una auditoría integral sobre el estado de las instalaciones y los bienes de la Casa de Moneda.
La medida busca, además de cumplir con el marco normativo vigente, avanzar en la actualización del objeto social de la Casa de Moneda para alinear sus actividades con la estrategia empresarial actual y fortalecer su reconocimiento en el mercado.
El decreto, firmado por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo, establece que el interventor deberá presentar un informe de situación y un plan de acción para la entidad al Ministerio de Economía, que también ajustará el presupuesto general para atender los nuevos requerimientos.
Por su parte, desde la Federación Gráfica Bonaerense defendieron la calidad y capacidad de la Casa de Moneda y destacaron que la planta cuenta con tecnología de primer nivel y personal altamente calificado.
ecordaron que, en el pasado, la institución imprimió moneda para países de América Latina, Asia y África y cuestionaron por qué ahora se opta por trabajo extranjero en lugar de impulsar la industria nacional.
Para el gremio, mantener la impresión de billetes en Argentina no solo fortalecería el empleo local, sino que también reduciría los costos asociados a la importación de papel moneda, incluyendo transporte y seguros por lo que calificaron la medida como de un “irracional ajuste” y que no toma en cuenta las capacidades locales de la Casa de Moneda en Don Torcuato.
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