La fábrica Atanor que produce herbicidas en San Nicolás prendió las máquinas y retomó su actividad tras un extenso parate debido a consideraciones de tipo ambiental que requirieron una adecuación. Para ello, reincorporaron a 51 trabajadores que recuperaron sus puestos de trabajo y desde la empresa aseguraron que evalúan sumar a más.
Luego de 34 semanas de inactividad, la planta química de Atanor en San Nicolás retomó su actividad productiva este jueves tras completar las tareas de acondicionamiento de sus equipos y sectores clave. En esta primera etapa, la operación se enfocará en la elaboración de productos agroquímicos de menor complejidad, lo que permitirá el retorno a sus funciones de 51 trabajadores, mientras se evalúa la reincorporación de otros operarios en el corto plazo. Por el momento, el sector de síntesis de atrazina permanecerá fuera de actividad.
La reactivación productiva fue posible tras una evaluación exhaustiva por parte de la Subsecretaría de Control y Fiscalización Ambiental, que consideró que la gestión ambiental de la planta es adecuada. Atanor aseguró que, luego del último incidente registrado (en marzo, una explosión generó una nube de cianurilo que se extendió por San Nicolás y el juzgado de Ejecución Penal ordenó el cierre inmediato), se llevaron a cabo rigurosas mediciones y estudios ambientales que confirman el cumplimiento de los estándares legales y las normativas de los órganos de control. Además, la empresa acordó con el municipio y los bomberos la realización de simulacros de siniestros dos veces al año para reforzar la prevención.
Durante los meses de suspensión de operaciones, Atanor logró mantener a sus principales socios comerciales mediante la derivación de parte de la producción a otras plantas de la compañía, asegurando así el suministro de productos. La continuidad de estos contratos será fundamental para la estabilidad de la planta en esta nueva etapa productiva, en la que se busca consolidar la posición de Atanor como referente del sector agroquímico en Argentina.
Atanor, una marca reconocida en el país y con un enfoque de gestión sustentable, es líder en la producción nacional de herbicidas como glifosato, atrazina y 2,4 D. Con instalaciones en San Nicolás, Pilar y Río Tercero, emplea a más de 550 colaboradores directos y genera también una importante cantidad de empleos indirectos. Además, es la única empresa en el país que sintetiza productos clave como glifosato y agua oxigenada, contribuyendo así al fortalecimiento de la industria química argentina.
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