Tigre no pudo ser campeón pero mantendrá la categoría

En Victoria, el Matador salió a jugarse las últimas fichas ante un Independiente que si bien en el último tiempo había levantado el nivel futbolístico, no podía ganar un partido. Las presiones eran diferentes, y se vieron reflejadas a ambos lados del círculo central. En el comienzo los de Avellaneda salieron a quemar las naves desde el comienzo, en contrapartida a lo que se esperaba.

Durante los primeros quince minutos los hombres de Cristian Díaz arrinconaron al dueño de casa contra su propio arco, por lo que un gol a su favor no hubiera estado de más, pero finalmente fue Tigre quien celebró primero. Chino Luna capitalizó un rebote para poner el 1 a 0 y desatar la euforia. En ese momento, el Matador de Victoria era campeón.

Desde ese tanto, los locales ganaron en posesión. La visita pareció perderse en medio de una nebulosa. Sin embargo, en los primeros instantes del complemento la historia se repitió. Vestidos de un rojo impoluto, los de Avellaneda sacaron a relucir esa vocación ofensiva que alguna vez supieron tener e inquietaron a Javier García. Luego, Patricio Rodríguez decretó la igualdad tras una falla de Godoy que le permitió al 10 quedar mano a mano con el arquero, y poco tiempo después el propio Rodríguez se anotó nuevamente en la chapa para el triunfo parcial.

En ese momento, Tigre perdía el campeonato a manos de Arsenal, y además se veía obligado a jugar un desempate con San Martín de San Juan para ver quién debía enfrentar a Rosario Central en la promoción. El cielo ya no era color de rosas en el norte del Conurbano bonaerense.