Cargill, el mayor comercializador global de productos agrícolas, anunció 8 mil despidos y hay incertidumbre en sus plantas en Argentina

La corporación con sede en Estados Unidos decidió una reestructuración y anunció 8 mil despidos en el plano global. En la Argentina, emplea a unas 3.300 personas en 8 provincias. Se habla de un fuerte impacto aunque todavía no hay certezas.

 

 

Cargill, el mayor comerciante de productos agrícolas del mundo y la empresa privada más grande de Estados Unidos, según Forbes, anunció una drástica reducción de su fuerza laboral: despedirá 8.000 empleados a nivel global en medio de una fuerte caída en las ganancias y un colapso en los precios de las materias primas. Las cesantías equivalen al 5% de sus 164.000 empleados. Aunque sin precisiones, hay versiones de que el plan de ajuste impactará fuerte en la Argentina.

En el país, la firma procesa y comercializa granos y oleaginosas en 60 localidades de 8 provincias, donde tiene más de 40 plantas de acopio. Emplea en el país a unas 3.300 personas que trabajan en sus establecimientos industriales, terminales portuarias, acopios y oficinas comerciales.

En Santa Fe, posee plantas de procesamiento de Oleaginosas en San Martín y Villa Gobernador Gálvez, de nutrición animal (Provimi) en Venado Tuerto y terminales portuarias en Puerto general San Martín, Villa Gobernador Gálvez y Punta Alvear, además de acopios en Venado Tuerto, entre otras.

Sin ninguna información oficial por parte de la corporación, ya comenzaron a circular versiones sobre un fuerte impacto de la reestructuración en la Argentina. Los rumores aluden a una reducción del 30% del personal, con el foco puesto en gerencias y mandos medios.

El gigante agroindustrial con sede en Minnesota anunció el ajuste de su planta laboral como parte de una estrategia amplia para optimizar las operaciones y adaptarse a las condiciones de mercados en rápida evolución. En un comunicado, describió la decisión como «difícil» pero esencial para sus objetivos a largo plazo. «Estamos comprometidos a transformarnos aún más rápido para satisfacer a nuestros clientes y cumplir con nuestro propósito de alimentar al mundo», señala el texto.

La reestructuración sigue una fuerte caída financiera. Cargill reportó 160 mil millones de dólares en ingresos para su año fiscal 2024, una disminución del 10% respecto a los 177 mil millones que ganó el año anterior. Las ganancias cayeron a 2.500 millones, los ingresos más bajos de la compañía desde el período 2015-16 y muy por detrás del récord en 2021-22, que fue de 6.700 millones de dólares.

Cargill, el mayor comercializador global de productos agrícolas, anunció 8 mil despidos y hay incertidumbre en sus plantas Argentina

Las caídas en los precios de las materias primas a nivel global desplomó los márgenes de ganancia de Cargill. En particular, los precios de cultivos como el trigo, el maíz y la soja, que registran sus niveles más bajos en casi cuatro años. Otro factor es la disminución de cabezas de ganado en Estados Unidos, que alcanza su peor performance en 70 años y redujo las operaciones de procesamiento de carne de la compañía.

A principios de este año, casi como adelanto de lo que ahora anunció, Cargill comenzó a consolidar sus unidades de negocio reduciéndolas de cinco a tres. La empresa también eliminó 200 empleos en tecnología como parte de un plan amplio de realineamiento de recursos humanos.

Un memo interno del CEO de Cargill, Brian Sikes, explicó la razón para los despidos según la óptica de la compañía. «Nos enfocaremos en simplificar nuestra estructura organizativa eliminando capas, ampliando el alcance y las responsabilidades de nuestros gerentes y reduciendo la duplicación de trabajo«, detalló. El equipo ejecutivo no se verá afectado por el recorte, pero sí los puestos de liderazgo superior que le siguen.

Cargill opera en 70 países y atiende 125 mercados en todo el mundo. Forbes la consideró la empresa privada de más volumen en Estados Unidos durante 37 años consecutivos. La compañía aumentó exponencialmente sus ganancias durante y después de la pandemia gracias a la inflación y la agitación geopolítica que desordenaron los precios de los alimentos. Pero desde hace cuatro años acusa la presión de la baja de precios de los comestibles.

 

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