Para la OIT, el diálogo social es clave para el desarrollo económico y social y permite «transiciones inclusivas»

El nuevo Informe sobre el Diálogo Social 2024 de la OIT muestra el potencial del diálogo social en el más alto nivel para promover el trabajo decente en una era de cambios sin precedentes. Además habilita «transiciones inclusivas».

 

Un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destaca cómo el diálogo social puede permitir que los países busquen el desarrollo económico al mismo tiempo que el progreso social, mientras que aseguran transiciones digitales y de baja emisión de carbono que sean justas e inclusivas.

El Informe sobre el Diálogo Social 2024: El diálogo social en el más alto nivel para el desarrollo económico y el progreso social, se centra en el «diálogo social en el más alto nivel» (DSAN): un conjunto de instituciones y procesos en los que los gobiernos, las organizaciones de empleadores y de trabajadores negocian, consultan entre sí e intercambian información sobre asuntos laborales, económicos y sociales a nivel nacional o sectorial.

El informe demuestra que el DSAN puede contribuir al trabajo decente, a una distribución más equitativa de los ingresos laborales y a transiciones digitales y ecológicas justas.

También subraya que el respeto a la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva en la legislación y en la práctica son esenciales. Sin embargo, la capacidad del DSAN para moldear los cambios se ve debilitado cuando las políticas socioeconómicas están impulsadas por consideraciones a corto plazo y excluyen a segmentos importantes de la sociedad.

Para la OIT, el diálogo social es clave para el desarrollo económico y social y permite "transiciones inclusivas"

“Esta edición del Informe sobre el Diálogo Social se publica en un contexto de inestabilidad económica y geopolítica”, dijo Manuela Tomei, Subdirectora General de Gobernanza, Derechos y Diálogo de la OIT. “En un contexto donde los avances tecnológicos, el cambio climático y los cambios demográficos están transformando profundamente los mercados laborales, el diálogo social sigue siendo un modelo de gobernanza creíble para navegar la complejidad, identificar soluciones justas y avanzar hacia la justicia social”.

El informe se basa en estudios de caso, datos sobre relaciones laborales, una revisión global de los procesos y resultados del DSAN, y una encuesta de percepción a 71 organizaciones de empleadores y trabajadores en 38 países sobre la efectividad e inclusividad de las instituciones nacionales de diálogo social (INDS).

El informe enfatiza los requisitos esenciales para un DSAN efectivo. En particular, señala que el cumplimiento de los países con la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva ha disminuido en un 7 % entre 2015 y 2022. Esta disminución fue impulsada por un aumento en las violaciones de las libertades civiles fundamentales y los derechos de negociación de empleadores, trabajadores y sus organizaciones representativas. “Los países que respetan estos derechos laborales fundamentales están mejor posicionados para desbloquear el potencial transformador del DSAN, reforzando tanto la justicia social como la gobernanza democrática”, destacó Tomei.

 

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