Boca, seis veces campeón de la Copa Libertadores de América, asumirá hoy su primer gran desafío del año cuando reciba a Corinthians, un grande de Brasil pero con una asignatura pendiente a nivel internacional, en la primera de la dos finales que animarán ambos equipos. El partido comenzará a las 21.50 en la Bombonera, será arbitrado por el chileno Enrique Ossés y lo televisarán Canal 13 y Fox Sports.
La segunda final se jugará el miércoles 4 de julio en el estadio Pacaembú, de la ciudad brasileña de San Pablo, a partir de las 21.50, con el arbitraje del colombiano Wilmar Roldán.
El Xeneize asumirá su décima final en el certamen continental luego de finalizar segundo en el Grupo 4 de la primera fase y tras dejar en el camino a Unión Española de Chile, Fluminense de Brasil y Universidad de Chile, sucesivamente.
El Timao, por su parte, ganó invicto la Zona 6 y a continuación en los mano a mano eliminó a Emelec de Ecuador, y a sus compatriotas Vasco Da Gama y Santos, también sin sufrir ninguna derrota.
El equipo Xeneize, tras finalizar cuarto en el Torneo Clausura y con la definición de la Copa Argentina pendiente para agosto (la jugará ante Racing), asumirá la final de la Libertadores con la consigna de no fallar, ya que se trata del gran objetivo del club, en su intento de regresar rápido a los primeros planos a nivel internacional.
Sociedad demoledora. Riquelme y Silva, la gran esperanza de Boca.
En ese contexto, el entrenador Julio Falcioni perdió a uno de sus soldados, el recio zaguero chaqueño Juan Manuel Insaurralde, quien se lastimó un tobillo y le dejó su lugar a Matías Caruzzo, este último en su mejor versión desde que se sumó al club procedente de Argentinos Juniors.
Los demás, encabezados por su capitán y símbolo, Juan Román Riquelme, están todos a disposición de Pelusa, con sus puntos más fuertes y confiables como el arquero Agustín Orion, el defensor Rolando Schiavi, el goleador uruguayo Santiago Silva y el delantero Pablo Mouche, el máximo artillero del club en el semestre.
Claro que enfrente Boca encontrará un equipo aguerrido, muy táctico y con carácter, además de un aceitado sistema defensivo que apenas encajó tres goles en contra en toda la competencia, incluida la fase de grupos y los playoffs.
El equipo paulista tiene a un entrenador experimentado como Tité, quien dirigió a un ídolo boquense como Carlos Tevez, y ahora diagramó una formación compacta, en la que sobresalen Danilo, Alex y Emerson, más un arquero confiable como Cássio.
Respecto de Emerson, marcó el gol en el triunfo sobre Santos por 1 a 0 en la primera semifinal y luego fue expulsado en el mismo partido, de manera que reaparecerá ante Boca (ocupará el lugar de William) y se trata de un delantero de cuidado, ya que tiene gran remate y olfato goleador.
Será una final cerrada, como suele suceder con una definición de la Libertadores, entre un Boca que volvió a tener presencia a nivel internacional y un equipo que marcha invicto y quiere conquistar el trofeo por primera vez, ya que su único título a nivel internacional fue el Mundial de Clubes que ganó en su país en 2000.