En línea con su política de desregulación, el Gobierno de Javier Milei resolvió quitarle la exclusividad a la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en la formación de conductores profesionales. La medida fue anunciada por la Secretaría de Transporte, que habilitará a nuevos prestadores para ofrecer estos cursos obligatorios.
Según los datos oficiales, el sindicato de choferes de colectivos UTA recibía alrededor de 11 mil millones de pesos anuales desde 2019 para brindar estas capacitaciones, una cifra que el Gobierno consideró desproporcionada y vinculada a un esquema monopólico.
El secretario de Transporte, Franco Mogetta, celebró la decisión y afirmó que forma parte de una «batalla cultural» para terminar con privilegios dentro del sistema sindical: «Un kiosco menos del sindicalismo en Argentina. Estamos dando la batalla cultural e igualando la cancha para todos los argentinos como nunca se hizo. Repetiremos como un mantra: privilegios para nadie, competencia para todos.»
A partir de esta medida, cualquier prestador que desee ofrecer capacitaciones podrá hacerlo mediante la inscripción en un Registro de Prestadores de Evaluación y Formación Profesional de conductores del transporte automotor de pasajeros. La Secretaría de Transporte señaló que esta apertura garantizará mayor competencia y permitirá reducir costos, beneficiando tanto a los conductores como a las empresas de transporte.
La medida fue presentada por el vocero presidencial Manuel Adorni, quien destacó: «Se eliminaron dos nuevos curros de la política relacionados al rubro automotor (…) La libre competencia es la base para mejorar la calidad y eficiencia en los servicios.»
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