Ex trabajadores de la textil Guilford cobran indemnizaciones tras 8 años de espera desde el cierre

Después de años de lucha y tras la subasta de la planta principal de la fábrica textil Guilford, un importante número de ex trabajadores logró cobrar sus indemnizaciones aunque basadas en la sentencia de 2021. Además, aún quedan pendientes otros juicios para resolver la situación de unos 40 operarios. Preocupan los operarios que tienen entre 50 y 60 años por sus dificultades para reinsertarse laboralmente o acceder a jubilaciones anticipadas que les permitan tener un ingreso.

 

 

En 2016, 200 trabajadores de la textil Guilford quedaron en la calle debido al cierre de la planta, sin el pago de indemnizaciones, de sueldos y montos adeudados previamente, ni ningún tipo de sostén. Muchos de ellos eran empleados con mucha antigüedad, que vieron muy difícil una reinserción laboral.

Los reclamos fueron constantes por aquellos días por parte de los trabajadores y sus familias, pero poco a poco el ímpetu inicial mermó. Los más afortunados lograron acceder a jubilaciones anticipadas, otros jóvenes lograron conseguir nuevos empleos, mientras una franja quedó a la deriva sin poder conseguir nuevo empleo ni jubilación.

Jorge Echelini, abogado de varios de los afectados, explicó: “El edificio se vendió en subasta pública, se adjudicó al comprador y se abonó el precio, con el cual se pagaron varios juicios, aunque a montos históricos y por debajo de lo esperado. Por suerte, cerramos diciembre con la mayoría de los trabajadores cobrando”.

Echelini señaló que los pagos se realizaron conforme al orden de los embargos inscritos sobre la propiedad. “Cada trabajador cobró lo correspondiente a la liquidación de la sentencia, aunque hablamos de valores de 2021. Hay un desfase importante por las devaluaciones, pero al menos permitió a los trabajadores recibir algo de su despido, tras haber visto muy poca plata hasta ahora”, comentó. Además, aclaró que los pagos también incluyeron embargos de juicios externos a Comodoro, como uno radicado en Buenos Aires.

En cuanto al futuro de la planta de Guilford, Echelini informó que el comprador fue el Grupo Aldana y que se baraja la posibilidad de destinar parte del inmueble a un Mercado Concentrador y otro espacio a un corralón de materiales. “La planta es inmensa. Cualquiera que estuvo adentro sabe que es la más grande de la ciudad. Ahora depende de ellos comunicar cuál será el destino final de la propiedad”, precisó el abogado.

Respecto a los años de demora para concretar la subasta y el pago de las indemnizaciones, Echelini expresó: “Estos trabajadores han tenido muchísima mala suerte. Si hubiéramos vendido la planta en 2018, habrían cobrado a valores plenos. Pero enfrentamos un juicio que duró años, huelgas en la Justicia y luego la pandemia, que paralizó los trámites durante meses. Fue literal remar en dulce de leche, pero hemos llegado a buen puerto”. Agregó que aún quedan bienes pequeños por subastar para cubrir los créditos restantes.

Finalmente, Echelini reflexionó sobre la difícil reinserción laboral de los trabajadores de entre 50 y 60 años, quienes enfrentan serios problemas para encontrar empleo. “Muchos no podían pagar la luz y vivían con subsidios de 40.000 pesos mensuales. Además, veo un incremento en los despidos, lo que indica que la industria no está creciendo, sino disminuyendo. Sin un plan paliativo, esta franja etaria estará muy complicada”, concluyó.

 

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