El senador nacional Aníbal Fernández aseguró que “la Argentina, no ha parado de crecer desde que Néstor Kirchner se hizo cargo del gobierno” en 2003 y negó que las provincias “reciban ahora menos fondos”.
Fernández formuló declaraciones a la prensa en Catamarca, a donde viajó para presentar su libro “Zonceras Argentinas al Sol”, con la presencia de la gobernadora Lucía Corpacci, del vice Dalmacio Mera, del intendente de la capital, Raúl Jalil, y dirigentes del Frente para la Victoria local.
Ante la prensa, el senador nacional por la provincia de Buenos Aires negó que “hayan disminuído los envíos de los fondos coparticipables”, al sostener que “todos los días gotea algo” y dijo que “ninguna provincia recibe fondos menos que antes.
Asimismo, Fernández precisó que “la pobreza bajó del 54% al 7% y la indigencia del 27% hasta la situación actual, y en la que, casi ha desaparecido por la Asignación Universal por Hijo (AUH) sin ningún tipo de participación política clientelar y del 25% de desocupación hemos pasado a menos del 7%.
Puso de relieve además la necesidad de cuidar a la economía local, al sostener que “tenemos que procurar que siempre la balanza comercial, sea positiva”.
“Yo escuché a gente que se quejaba porque no va a haber muñecas Barbie: entre que un catamarqueño tenga su mesa servida y sus hijos comiendo en esa mesa y una muñeca Barbie, yo prefiero a los catamarqueños comiendo en su mesa”, enfatizó el senador nacional.
Por otro lado, Fernández dijo que cree “fuertemente en la minería y la defiendo y cuando se habla de minería a cielo abierto, nos muestra a la Argentina como si fuésemos Costa Rica, y seguramente en Costa Rica, hay que talar un monte”.
“Pero Bajo de la Alumbrera no está pegada a la ciudad, la flora y la fauna es prácticamente mínima, y el agua que se utiliza no es apta para el consumo humano, tampoco hay colas de cianuro, que es lo que siempre se dice”, comentó.
Finalmente, el senador nacional consideró que se deben sancionar “leyes que protejan a las provincias, para que las regalías sean lo suficientemente abundantes como para que los pueblos vean el beneficio y para que también haya un control social sobre la actividad”.