Con una conciliación obligatoria, frenan la escalada del conflicto y reincorporan, al menos provisoriamente, a los 70 trabajadores despedidos de granja Tres Arroyos

El conflicto laboral en la principal empresa avícola de Argentina pone en jaque a cientos de familias. Tras el despido de 70 empleados en Entre Ríos, el Ministerio de Trabajo ordenó su reincorporación temporal por 15 días.

 

El Ministerio de Capital Humano, a través de la Secretaría de Trabajo, dispuso la conciliación obligatoria por un plazo de dos semanas luego de que Granja Tres Arroyos, líder en el sector avícola, decidiera cesantear a 70 trabajadores en su planta ubicada en Concepción del Uruguay, Entre Ríos.

La conciliación obligatoria obliga a la firmar a reincorporar a los trabajadores por 15 días e intima a la empresa Granja Tres Arroyos SA a abrir una instancia de negociación.

Con una facturación anual cercana a los u$s1.300 millones, Granja Tres Arroyos enfrenta serios problemas financieros. La suba de costos y el cierre del mercado exportador hacia China, a causa de un brote de gripe aviar en Argentina, han afectado gravemente a la compañía. «Argentina tuvo un problema sanitario por gripe aviar y por el momento no se reabrió el mercado», explicó Lerner.

En diciembre de 2024, la empresa solicitó un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante la Secretaría de Trabajo. En dicho marco, plantearon el posible despido de hasta 700 empleados o la implementación de medidas que incluirían la reducción de salarios mediante la eliminación de adicionales.

Con una conciliación obligatoria, frenan la escalada del conflicto y reincorporan, al menos provisoriamente, a los 70 trabajadores despedidos

El Sindicato de Trabajadores de la Alimentación cuestionó duramente las decisiones de la empresa. Miguel Ángel Klenner, secretario general del gremio, afirmó: “Quieren reducir la plantilla de faena de 800 a 400 empleados, precarizando el trabajo”.

En respuesta a los despidos, los empleados se manifestaron en la planta de Concepción del Uruguay convocados por el sindicato. La movilización buscó frenar las cesantías y visibilizar la crisis laboral que afecta a cientos de familias.

Un operario despedido relató la situación que enfrenta: “Hoy vine como todos los días a las 3 de la mañana y me encuentro que tenía restringido el paso. Cerca de las 10 de la mañana ya tenía el telegrama en casa. Dentro de dos meses voy a cumplir 7 años en la empresa”, expresó y agregó que su salario ya había sufrido una reducción del 50% en los últimos meses.

 

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