Los grandes supermercados les declaran la guerra comercial a almacenes chinos

 

La imposibilidad normativa de seguir expandiéndose en grandes superficies comerciales no detuvo las inversiones del supermercadismo, sino que las adaptó a un escenario de competencia. En una economía influida, en parte, por los golpes externos, el sector consumo de bienes no durables y alimentos y bebidas sigue mostrando buena salud,

tanto que las grandes cadenas de supermercados vieron el resquicio para aprovechar el fenómeno y se volcaron a competir en los barrios.

Así, la competencia quedó en un simple “mano a mano” entre los grandes y los supermercados chinos, que se ven obligados a replantear su estrategia comercial. El mascarón de proa del desembarco de los híper barriales fue la recientemente cerrada venta de los 130 locales de Eki a la francesa Carrefour. La firma gala desembolsó $ 240 millones para sanear el pasivo de una Eki que estaba concursada desde noviembre de 2011 y al borde de la quiebra. Absorbió a los 2200 empleados y, para relanzar la marca Carrefour en los locales de Eki, invirtió otros $ 200 millones.