La UIA advierte que el empleo en la industria seguirá cayendo pese a la recuperación de la actividad interanual que registra el gobierno

La actividad manufacturera muestra signos de recuperación interanual pero la comparación es con diciembre de 2023, tras la caída post electoral. En ese sentido, la Unión Industrial Argentina (UIA) prevé una reducción sostenida del empleo en el sector. Aseguran que la presión impositiva, la competencia con productos importados y el aumento del contrabando complican aún más el panorama. Los sectores más afectados incluyen Madera y muebles, Metalmecánica e Indumentaria y Calzado.

 

 

A pesar de un repunte en la actividad industrial desde finales del año pasado, la Unión Industrial Argentina (UIA) anticipa una caída gradual del empleo en el sector. Según estimaciones, durante 2024 se perdieron cerca de 30.000 puestos de trabajo, y este año la tendencia a la reducción de nómina continuará, aunque a un ritmo menos acelerado. Se prevé que entre 500 y 1.000 empleos manufactureros se pierdan por mes, dependiendo del sector.

El empleo industrial sufrió un fuerte impacto tras casi dos años de caídas en la producción, con retrocesos de hasta el 20% en algunos segmentos. Aunque la actividad manufacturera creció un 6,7% interanual en diciembre, muchas empresas siguen ajustando sus estructuras laborales. La falta de recuperación total, sumada a los costos impositivos y la competencia con productos importados, genera incertidumbre en el panorama laboral.

Los sectores más afectados incluyen Madera y muebles, Metalmecánica e Indumentaria y Calzado. En este último rubro, más de 10.000 trabajadores fueron despedidos desde diciembre de 2023, impactando a toda la cadena de valor. La baja en las ventas y la menor capacidad de inversión han incrementado el riesgo de cierre de establecimientos productivos en el mediano plazo.

Por otro lado, la UIA también reclama la alta presión impositiva y la falta de competitividad frente a las importaciones, especialmente con un dólar que consideran atrasado. La eliminación de restricciones a las importaciones y la reducción de aranceles han favorecido el ingreso de mercadería extranjera, afectando a la industria local. Aunque la demanda sigue débil, la expectativa de crecimiento económico podría modificar el escenario en los próximos meses.

Asimismo, los industriales expresaron su preocupación por el aumento del contrabando, principalmente desde China. Según las fuentes de la UIA, con la brecha cambiaria reducida, el ingreso ilegal de productos se ha convertido en un negocio rentable, sumando presión a un sector ya golpeado por la falta de previsibilidad y los cambios en las reglas del mercado.

 

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