Trabajadores de Puerto Deseado van a elecciones en un momento crucial: reconstruir o seguir a la deriva

MARTES 22DE ABRIL-

El Puerto que en algún momento fue un símbolo de operatividad y exportaciones, hoy se encuentra a la deriva gracias a un encadenado de decisiones que priorizaron lo personal por sobre el bien común. La mala praxis de la última gestión sindical logró un éxodo empresarial y el desgaste del tejido laboral que marcaron un retroceso profundo. En este contexto, para los Estibadores este lunes 21 de abril se presenta como el día D de ese debate, reconstruir todo lo perdido y recuperar el diálogo, la representatividad y el futuro operativo de toda una ciudad.

 

 

El puerto de Puerto Deseado, alguna vez símbolo de progreso y operatividad en la ciudad de Deseado, hoy tiene a casi toda una localidad sin productividad, al borde de quedar afuera de las categorías exportadoras y con un éxodo empresarial que pone en riesgo el futuro económico de todas las familias. Lo que fue un faro de desarrollo se transformó en un territorio en decadencia, con una terminal portuaria relegada al abandono y la mala praxis sindical.

Las causas son muchas, pero el detonante que logró estar al filo de la pérdida de la categoría exportadora del puerto, la retracción económica y la salida de barcos y empresas, fue ante la creciente conflictividad sindical, que terminó siendo un palo en la rueda para los trabajadores de Deseado. La mala praxis condujo a que se prioricen los intereses personales por sobre el bien común, logrando perder el diálogo con todos los sectores de la actividad portuaria y quedando totalmente aislados. La falta de representatividad y la comercialización de la conflictividad de la actual conducción del SUEPP desmantelaron la relación de los trabajadores con el consejo portuario, rompieron las relaciones con el sector empresarial y terminaron por tirar al tacho la libertad sindical.

Esta constante y peligrosa práctica sindical puso en riesgo las fuentes laborales de la ciudad de Deseado, ahuyentó inversiones y sepultó la imagen de un puerto como polo logístico. Empresas y barcos huyeron de la actual conducción del SUEPP buscando destinos mejores en Camarones, Madryn y Rawson. Por eso, hoy los Estibadores deben trabajar jornadas de hasta 18 horas para recuperar poder adquisitivo, sin paritarias, sin representación y sin rumbo.

Puerto Deseado va a elecciones en un momento crucial: reconstruir o seguir a la deriva

Generar un cambio o seguir a la deriva

En este contexto, las elecciones del 21 de abril representan mucho más que un comicio sindical: son una oportunidad histórica para que los Estibadores puedan dar un cambio al destino del puerto y recuperar todo lo que la actual gestión ha tirado por la borda. Los trabajadores deben encontrar en las urnas una alternativa que proponga recuperar el diálogo, la madurez gremial, recuperar las relaciones con el consejo portuario y que desee volver a soñar con ser un puerto de punta en la Patagonia.

Puerto Deseado todavía no está condenado. Todavía tiene una oportunidad el próximo 21 de abril, cuando los trabajadores vayan a elegir a la conducción del SUEPP. En el cuarto oscuro, necesitarán encontrar una lista con la capacidad y las propuestas de volver a sentarse a dialogar, de compartir espacio con todos los actores y que piense en el bien común.

La inversión anunciada por el gobernador Claudio Vidal podría ser el puntapié inicial de un nuevo horizonte si se logra cambiar el 21 de abril. Es necesario reconstruir. Y para eso, los trabajadores necesitan dar un golpe de timón.

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