Por solicitud del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Cancillería enviará un equipo de Cascos Blancos al norte de Irak, en el Kurdistán iraquí,
con el objeto de ampliar y organizar el campamento de refugiados sirios que, bajo bandera del ACNUR, ya está funcionando en la localidad de Domiz. El equipo estará conformado por cuatro profesionales capacitados para enfrentar situaciones de emergencia: por pedido del propio organismo, los argentinos que a fin de mes viajarán hacia Irak, previo paso por Jordania, están especializados en agua y saneamiento, logística, contención psicológica y animación comunitaria. El canciller Héctor Timerman ya ordenó al titular de la comisión Cascos Blancos, Gabriel Fuks, que ponga en marcha el operativo para transportar a los voluntarios argentinos hasta el norte de Irak, en la provincia norteña de Dahuk, donde 2444 refugiados de origen kurdo que huyeron de la guerra en Siria esperan que se los registre y se les dé alojamiento en las tiendas de campaña de las Naciones Unidas.
Consultado por Tiempo Argentino, Timerman valoró como un “orgullo” que el ACNUR haya acudido otra vez a los Cascos Blancos para coordinar la organización de los campamentos de refugiados. “Cada vez que las Naciones Unidas nos lo solicita, la Argentina, a través del gobierno de Cristina Kirchner, participa en todos los trabajos humanitarios. Así fue como fuimos a la frontera entre Túnez y Libia, donde estuvo un contingente argentino trabajando con refugiados, y así es como vamos a ir ahora a trabajar con los refugiados sirios. Y esto lo hacemos porque parte de la política exterior de la Argentina es la de reducir los conflictos y promover la solución pacífica. El ACNUR, con cuyas autoridades yo me reuní personalmente varias veces, considera que la Argentina es uno de los países que más trabajan en colaboración con ellos. Eso es un orgullo para mí como canciller, pero también es un orgullo para todos los argentinos”, señaló Timerman.