Lacoste inauguró una nueva planta en San Juan

Rodolfo Gottlieb, CEO de Vesuvio, la firma que explota la marca Lacoste entre otras, explicó las características salientes de la inversión durante un almuerzo en el que participó el gobernador José Luis Gioja.
Con una térmica que rozaba los 32 grados, acompañados de copas de vino tinto y empanadas caseras, Gottlieb explicó que se exportará el 50% de la producción, la que se calcula que tendrá un valor cercano a los 5 millones de dólares.
Gottlieb recordó que “el primer taller de Lacoste empezó en 1988, con 14 operarios, con el incentivo de la ley de promoción industrial. En 2003 ya contaba con 78 trabajadores, mientras que el año pasado se inauguró la primera planta en la que trabajan más de 400 personas. En esta segunda van a trabajar 300 personas, de las cuales 90 ya están haciéndolo, a fin de año vamos a terminar con cerca de 700 empleados”, dijo.
Por su parte Gottlieb destacó: “Elegimos de todo el Mercosur a la Argentina para instalar la casa matriz, es decir, hoy Lacoste es 50% de Francia, 50% de socios argentinos.” La empresa produce fuera de Francia en sólo tres lugares del mundo, elegidos estratégicamente: China, Perú (por la calidad de la fibra de algodón) y ahora en Argentina, pero es inédito que, además de fabricar, también invierta en una planta industrial fuera de la central de origen.


Uno de los motivos por el que los socios franceses decidieron mirar  hacia esta zona fue, entre otros factores, que Argentina es el sexto país del mundo que consume prendas de la marca, motivo por el cual, además, este año van a abrir seis locales más en distintos puntos del país.
Por su parte, Gioja indicó que la política de federalizar la producción está cada vez más vigente en la provincia. “Que el ‘cocodrilito’ que usa todo el mundo se haga en San Juan, es importante y un orgullo para esta provincia, cuyo pilar de crecimiento hoy es la industria”, expresó.
Durante la recorrida por la nueva fábrica, en la que el 80% de los operarios son mujeres, Tiempo Argentino dialogó con María Esther Barrientos, una de las empleadas más antiguas que formó el grupo de planchadoras de camisas Las Pioneras. Barrientos expresó: “Los empleados de la fábrica vemos que el país hace ocho años que crece. San Juan recuperó el movimiento económico que había perdido. Eso, a los que trabajamos en este lugar, nos emociona. Tenemos muy buenas condiciones laborales: desayuno, almuerzo, merienda, cena, refrigerio con gaseosas y sandwiches. La fábrica tiene calefacción y aire acondicionado por lo que no sufrimos ni el frío ni el calor; cada uno tiene su espacio para trabajar. Estamos bien acá y muy agradecidos a nuestra presidenta”, concluyó.