El espíritu del Decreto 1307/12 tenía como objetivo resolver ciertas inequidades en beneficio de los escalafones menores que son los que menos ganan. Su implementación generó completamente lo contrario. Se comprende desde este punto el reclamo de los afectados, al tiempo que debemos señalar dos cosas: primero, que el decreto fue suspendido, segundo, quienes son responsables de la implementación administrativa, que son las jerarquías de cada fuerza, fueron separados por decisión del gobierno nacional y se ha nombrado una nueva conducción. En síntesis, el gobierno nacional respondió rápidamente para empezar a resolver el tema. Sin embargo, algunos sectores de las fuerzas que movilizan y protestan cambian ahora el eje de la discusión: aparecen petitorios sobre otros temas salariales y condiciones de trabajo, que pueden ser atendibles, pero que exceden claramente los problemas que iniciaron el reclamo, no se condice con la magnitud y la naturaleza que le están dando al conflicto.
Al mismo tiempo surgen manifestaciones de sectores sociales abiertamente reaccionarios que se montan sobre este escenario y convocan a movilizaciones en función de “agudizar” el conflicto. Son los mismos que fogonean la violencia e intentan crear un clima desestabilizador a través de una serie de hechos, que parece una serie casi guionada por Magnetto y cía.
A esto debemos sumarle la manipulación y exageración de la información por parte de las corporaciones enemigas de la democracia, intentando conducir un conflicto en vías de solución a lugares oscuros a los que la mayoría de los argentinos no queremos ni estamos dispuestos a volver.
Esas corporaciones y esos medios monopólicos que condenan a jóvenes, a estudiantes, trabajadores y pobres cuando reclaman por sus derechos en el espacio público, son los que alientan determinadas manifestaciones que pretenden erosionar la democracia y deslegitimar a Cristina. A estos les decimos claramente: no hay ninguna corporación que cambie el rumbo de este proceso que el Pueblo ha decidido dar de la mano de Cristina para avanzar en la construcción de un país democrático y con justicia social para todos y no privilegios para unos pocos.
