Militarización y persecución contra el movimiento mapuche

El viernes, Celestino Córdova Tránsito fue procesado por el juzgado de Garantías de Temuco como el único autor del incendio en la casa patronal que terminó con la vida del matrimonio Luchsinger. Los cargos: “Incendio terrorista con resultado de muerte”, lo que implica una investigación de seis meses en que el machi –autoridad religiosa mapuche– imputado permanecerá bajo prisión preventiva. En las afueras del tribunal, un grupo de mapuches se manifestaban en contra de la aplicación de la ley antiterrorista. Los abogados defensores adujeron graves irregularidades en la detención. Por su parte, el presidente Sebastián Piñera, además de sostener su postura de que los mapuches son apoyados por organizaciones terroristas del exterior reforzó la presencia militar en la zona. Pasado mañana, el Congreso tiene previsto debatir varias propuestas que pongan fin al conflicto. Voceros mapuches también rechazaron cualquier vinculación con la cadena de incendios y consideran que sus autores son “infiltrados de la derecha” que sólo buscan deslegitimar ante la sociedad el reclamo de los pueblos originarios de la región.

Entender lo que sucede al sur de la Frontera del Bio-Bio en la actualidad no es fácil. Algunos historiadores y antropólogos como Martín Correa, Sergio Grez y José Bengoa ponen el énfasis en los antecedentes históricos y culturales de un conflicto más antiguo que la mismísima República de Chile. Otros especialistas, como Lorena Fries, del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) enfatizan aspectos relativos a los convenios firmados por el Estado con organismos internacionales y las violaciones a los DD.HH. cometidos por las fuerzas de seguridad, en aspectos relativos a los reiterados allanamientos, juicios con testigos encubiertos, aplicación de la ley antiterrorista y la muerte de mapuches por parte de elementos de Fuerzas Especiales de Carabineros.