Según comunicó hoy el Foreign Office, el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, iba a recibir la próxima semana a su par argentino, Héctor Timerman, para discutir el conflicto en torno a las islas Malvinas.
Si bien las autoridades británicas no habían revelado cuál sería la fecha concreta del encuentro que se realizaría en Londres, habían indicado de antemano que estaría presente una delegación del gobierno isleño y que el encuentro no se realizaría “sin la supervisión de los colonos malvineses”.
Además, el gobierno que ocupa las islas desde 1833 emitió un comunicado en el que remarcó que ante la visita de Timerman buscaría hacerle saber al ministro la postura de los isleños. “Los asambleístas Dick Sawle y Jan Cheek viajarán a Londres este fin de semana para estar disponibles a fin de tomar parte en las discusiones”, indicaba el texto.
Sin embargo, ese comunicado resaltó que “no se negociará ningún tipo de acuerdo con Argentina”, sino que se buscará dar un “amplio y franco cambio de puntos de vista” y un “mensaje directo a Timerman sobre lo inaceptable de las acciones argentinas en contra de las Malvinas en tiempo reciente”.
Ante esta situación y a través de una carta, el canciller Timerman lamentó la negativa de su par británico a reunirse con él en la próxima visita que hará a Londres, y lo instó a mantener un encuentro bilateral para resolver el conflicto de soberanía mediante el diálogo entre ambos países, tal como resolviera la Asamblea General de Naciones Unidas y su comité de descolonización.
“No es necesario que usted siga intentado armar reuniones durante nuestra visita en Londres, deje esa tarea a nuestra eficiente embajada”, sostiene la misiva.
“Tanto a través de nuestra Embajada en Londres como en una carta personal le he manifestado mi interés de mantener una reunión bilateral con usted durante mi próxima visita a Londres, en el entendido que usted es el responsable de la política exterior del Reino Unido. Lamento su carta de ayer en la que señala que no puede reunirse sin la supervisión de los colonos malvinenses”, afirma el canciller.
“Aprovecho esta oportunidad para invitarlo a visitar la Argentina, mantener una reunión bilateral y apreciar que nuestro país es una verdadera democracia donde mis colegas cancilleres se pueden reunir libremente con quien lo deseen sin que yo tenga que presionarlos o condicionar su presencia a reuniones que no me soliciten o no les interesen”, concluye la misiva.
El diferendo entre Buenos Aires y Londres escaló a principios de año luego de que la presidenta argentina, Cristina Fernández de
Kirchner, publicase en periódicos británicos un anuncio en el que instó al primer ministro David Cameron a “poner fin al colonialismo”, renunciar a la soberanía de las Malvinas y entregarlas a laArgentina.
El gobierno británico respondió que no podrá haber negociaciones sobre la soberanía de las islas “a menos y hasta que sus habitantes lo deseen”, de acuerdo con el principio de autodeterminación de la ONU. En marzo próximo, los habitantes votarán en un referéndum para decidir bajo qué marco político quieren vivir.