El canciller Héctor Timerman aseguró hoy, desde Londres, que está a la espera de una confirmación del gobierno británico para reunirse con su par William Hague, para dialogar sobre la soberanía de las Islas Malvinas.
“Todavía no he tenido respuestas. Yo estoy dispuesto a reunirme con el canciller. Se lo expliqué al secretario general de la ONU, que fue encomendado por la Asamblea General, es decir 192 países, para que colabore con Inglaterra y la Argentina a sentarse en una mesa de diálogo”, declaró Timerman en radio Del Plata, minutos después de aterrizar en Londres.
Timerman reiteró además que no aceptará encuentros que tengan como parte interesada a lo que él mismo denominó como el “gobierno ilegal de Malvinas”. “Nosotros vinimos a la Argentina a demostrar que somos un país pacífico, democrático, que está a la espera de que Inglaterra acepte el pedido de estos 190 países”, insistió.
La semana pasada trascendió que los kelpers habían pedido reunirse con Timerman en el marco de su visita a Londres. La Cancillería negó la posibilidad porque los encuentros oficiales se dan entre estados y la ONU no reconoce al gobierno de las Islas.
En el mismo sentido se expresó la embajadora argentina en el Reino Unido, Alicia Castro, quien sostuvo hoy que “no hay una tercera parte” en la disputa por la soberanía de las islas y aseguró: “Es entre Argentina y el Reino Unido. Se exhorta a ambas partes a dialogar”.
La embajadora dialogó con Radio Vorterix poco después de pasara a buscar por el aeropuerto al canciller Timerman, que llegó a territorio británico para reunirse con el Grupo parlamentario multipartidario Argentina-Reino Unido y también para participar de una reunión sin precedentes con los 18 Grupos Europeos Pro Diálogo sobre la Cuestión Malvinas.
“Tenemos una disputa entre Argentina y el Reino Unido, así lo reconoce la comunidad internacional. Se exhorta a ambas partes a dialogar. No hay una tercera parte”, aseguró Castro, aunque aclaró: “No tenemos ninguna clase de hostilidad hacia los británicos, lo que tenemos es la obligación de cumplir la ley y buscar la resolución de la controversia por vías pacíficas”.