Cientos de personas continúan aisladas en la zona de Alta Montaña de Mendoza tras los aludes que cortaron el tránsito hacia Chile y Potrerillos.
Equipos de Vialidad trabajan a destajo para liberar la ruta 7, que sigue cortada, mientras el ministerio de Defensa dispuso que las Fuerzas Armadas colaboren con las tareas de asistencia y despeje de rutas.
Los derrumbes producidos el jueves entre las localidades de Uspallata y Puente del Inca provocaron el corte total del corredor internacional que une a la provincia con Chile.
El paso a Chile permanece cerrado por tiempo indeterminado, mientras que el tránsito a Potrerillos está restringido a residentes, proveedores y “personas con algún tipo de urgencia o necesidad”, informó el ministerio de Seguridad provincial.
En la zona trabajan doce máquinas viales pesadas, seis helicópteros y decenas de rescatistas para liberar el camino.
El embajador en Chile, Ginés González García, destacó por twitter que hubo un vuelo gestionado por la Provincia ante Aerolíneas Argentinas para evacuar a las personas que habían quedado de lado chileno de la cordillera. En tanto, el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, ordenó al jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, brigadier general Jorge Chevalier, para coordinar la asistencia humanitaria.
Así, la Brigada de Montaña VIII comenzó a trabajar con el gobierno de Mendoza en actividades de alojamiento, ayuda sanitaria, traslado y evacuación de personas aisladas, así como también en el despeje en las zonas afectadas por los derrumbes.
El gobernador Francisco Pérez solicitó además el apoyo de helicópteros del Ejército para facilitar la evacuación de alrededor de 750 personas que permanecen aisladas.