Domingo Cavallo fue ex ministro de Economía en la década menemista, creador de la ley de Convertibilidad, el Corralito y la estatización de la deuda privada. Ahora, con ganas de engrosar su currículum, este polémico economista se presentó como primer candidato a Diputado Nacional por Córdoba en la lista que impulsa Alberto Rodriguez Saá, Compromiso Federal.
Su larga carrera política está signada por fuertes hitos en la historia económica argentina de los últimos 40 años. De base neoliberal, Cavallo supo acompañar el proceso dictatorial cuando presidió el Banco Central y en 1982 benefició a empresarios locales al traspasar la deuda privada a nombre del Estado argentino. También realizó un puntapié con buenas miras para el FMI, cuando en 1991, como ministro de Economía lanzó el plan de Convertibilidad en el que la moneda local tenía el mismo valor que la estadounidense. Para finales de siglo, fundó el partido Acción por la República y fue candidato a presidente en las elecciones de 1999 pero perdió frente a la Alianza.
En 2001, y para cerrar esa década de “relaciones carnales” con el Banco Mundial, presentó el plan de Déficit Cero en el que se recortaron gastos públicos. Meses después, armó el Megacanje para apalear los compromisos contraídos por la deuda externa. Finalmente creó el tan recordado Corralito, donde congeló los fondos depositados por ahorristas en entidades bancarias y los argentinos no pudimos acceder a nuestro dinero.
Tal era la bronca contra el funcionario, que ciudadanos enojados se acercaron al casamiento de su hija y se manifestaron en uno de los momentos más álgidos de la crisis de 2001.
Luego de la aplicación de esas políticas, el pueblo se reveló y pidió su renuncia, en consecuencia Domingo Felipe Cavallo y el resto del gabinete debieron abandonar sus cargos.
Tras acompañar la economía en la dictadura, la era menemista y la Alianza, Cavallo vuelve a buscar un lugar como Diputado Nacional.
En 2005 intentó presentarse como candidato a diputado por la Capital Federal pero no tuvo apoyo suficiente, ni siquiera dentro de su propio partido, motivo por el cual se abstuvo de postularse. Frente a la búsqueda de una banca para las próximas elecciones de octubre, el ex ministro siente que con su experiencia tiene “la obligación de intentar hacer algo”.
Posicionado en contra de las políticas del Gobierno nacional, manifestó, en un inicio, estar de acuerdo con el gobernador de Córdoba y el PRO “pero después, De la Sota, sin consultar a los partidos del frente puso de tercer candidato, a un señor Caserio, que tiene muy mala fama”, expuso Cavallo ante su cambió de agrupación. Finalmente, aceptó aliarse con Rodriguez Saá porque “es la mejor propuesta en cuestiones económicas”.
Entre las promesas emitidas en su campaña, Cavallo destaca la eliminación de las retenciones a las exportaciones, bajar los impuestos a los Ingresos Brutos y el pago de todos los juicios a los jubilados. Rememorando la pelea con Norma Plá y el trato con las personas de la tercera edad (que en la década menemista comenzaron a marchar cada miércoles al Congreso) el economista mencionó que en “septiembre del ’92, cuando se habían acumulado una gran cantidad de sentencias lo resolvimos emitiendo pesos-dólares y pagándoles esa deuda”.
Cavallo, actualmente, está procesado en más de noventa causas judiciales, que incluyen abuso de poder, malversación de fondos públicos, contrabando agravado, tráfico de armas, corrupción, fraude, sobresueldos, estafa y defraudación al Estado, entre otros. En 2008 se abrió una causa penal contra él como presidente del Banco Central durante la dictadura en la que debería devolver 17 mil millones de dólares al tesoro nacional.