La presidenta de Brasil, Dilma Roussef, recibió al Papa Francisco con un breve discurso en el Palacio de Guanabara, donde celebró la visita del “primer Papa de América Latina”, con quien dijo coincidir en la lucha “contra un enemigo común, que son las desigualdades sociales, la injusticia en todas sus formas”.
“Agradezco sus esfuerzos por hacer posible este gran evento, renovar el diálogo en pos de valores que compartimos, como la solidaridad, los derechos humanos y la paz entre las naciones”, señaló la mandataria, frente al Pontífice y un público compuesto por funcionarios e invitados especiales.
“Tenemos un lider religioso sensible a las enseñanzas de nuestro pueblo por la justicia social”, continuó Dilma y destacó que “el Papa se intereseó en la desiguakldad que causó la crisis financiera mundial”.
Asimismo, Dilma destacó el trabajo realizado por su gobierno y el de Lula da Silva, en pos de “la reducci{on de la pobreza en los últimos diez años” y “la defensa de los derechos de niños y adolescentes”.
“Que la Iglesia apoye procesos para disminuir la desigualdad, que auyden a disminuir la desigualdad alimentaria”, bregó Dilma, que destacó el hecho de que “la crisis económica obliga a tener nuevas urgencias”. Por eso, puntualizó la participación de Francisco, “de un hombre que viene de Latinoamérica, que viene de nuestra hermana Argentina”, lo cual “ayudaría en una alianza contra la pobreza y el hambre, diseminandio nuevas experiencias”.
“Tenemos la creencia de q mañana puede ser mejor que hoy, cambiar nuestra realidad por una realidad mejor. Sea bienvenido a Brasil, sean bienvenidos jóvenes de todo el mundo, en esta cuidad maravillosa”, finalizó Dilma.