Ante un artículo publicado hoy en el diario La Nación, titulado, “La increíble licitación de dos represas en el sur, camino al escándalo”, compendio de mentiras y fabulaciones para cuestionar el proceso de licitación de una obra estratégica para el desarrollo de nuestro país, el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, realiza las siguientes aclaraciones:
· No es cierto que la anterior licitación de la represas se haya anulado porque el Gobierno Nacional “retaceó” fondos a Santa Cruz ni que haya existido una “sigilosa” gestión de De Vido para que desista el Grupo ganador, integrado por IMPSA, Corporación América y Camargo Correa. Dicho consorcio no logró en 2010 reunir el financiamiento necesario y luego de dos años de extender plazos, la Provincia y la adjudicataria acordaron darlo por terminado.
· No es cierto que esto se deba a “chisporroteos políticos” con Peralta. La Provincia integra el proceso de selección y suscribió todos los documentos para llevar adelante las obras, colaborando y participando en todo momento, brindando además apoyo técnico. Es más, el 13 de junio de 2013 el Poder Legislativo de Santa Cruz sancionó la ley 3.320 y luego el Gobernador Peralta firmó el decreto 844 del 3 de julio del 2013, documentos necesarios para concluir el proceso de licitación.
· No es cierto que las represas fueron rebautizadas “en honor al esposo de la Presidenta”. El cambio de nombre no fue un antojo de nadie sino una decisión autónoma de la provincia de Santa Cruz, cuyo Poder Legislativo sancionó las leyes 3.206 y 3.207, que fueron promulgadas por los decretos 806 y 807 del Gobernador Peralta, para que lo que era Condor Cliff y Barrancosa pase a denominarse Néstor Kirchner y Jorge Cepernic.
· No es cierto que con el cambio de nombre haya “cambiado el precio”. El valor de la presente licitación es más bajo que la actualización del que había concretado la provincia de Santa Cruz. Además, el costo por megavatio instalado es 2,24 millones de dólares, lo que implica un 30 por ciento más barato que cualquier proyecto de los que están en construcción o fueron terminados recientemente en el mundo. Por citar algunos ejemplos: Chaglla (Perú – 406 Mw): u$s 2,97 millones/Mw (33% más cara); Santo Antonio (Brasil – 3.150 Mw): u$s 3,10 millones/Mw (38% más cara); Tocoma (Venezuela – 2.250 Mw): u$s 3,11 millones/Mw (38,5% más cara); Sogamoso (Colombia – 820 Mw):u$s 3,13 millones/Mw (39,7% más cara); Simplicio (Brasil – 334 Mw): u$s 3,26 millones/Mw (45,5% más cara), entre otros.
· La licitación pública internacional, que incluyó un roadshow por Brasil, China y Rusia, despertó el interés de 14 empresas nacionales y 7 extranjeras, que en 5 consorcios presentaron ofertas en la primera etapa del proceso. No es cierto que el consorcio integrado por CPC y Cartellone Construcciones Civiles se haya retirado por “sugerencia del ministro De Vido”. No fueron calificadas porque no presentaron financiamiento firme.
· No es cierto que durante la apertura de las ofertas económicas ” Ferreyra comenzó a saltar y gritar que había ganado, mientras exigía a los funcionarios que leyeran una inesperada Carta de Descuento”. No existió ninguna exclamación ni observación de ese tipo durante el acto, que fue transmitido en vivo y está grabado, así como tampoco consta en las actas notariales correspondientes. Por otra parte, no se entiende cómo puede el diario La Nación cuestionar el descuento de la oferta, dado que es favorable al Estado Nacional, además de ser práctica habitual en licitaciones de obras de infraestructura.
vista panorámica
· No es cierto que hayan existido impugnaciones formales, sólo dos empresas realizaron manifestaciones individuales que no fueron avaladas por el resto de los integrantes de los consorcios, en las formas exigidas en los pliegos.
· No es cierto que el ministerio de Economía haya tenido 24 horas para aprobar la oferta, ya que en todo momento formó parte de la Unidad Técnica Mixta Evaluadora (UTME) que fue quien analizó las ofertas y estableció el orden de mérito.
· En relación al financiamiento, no es cierto que “sólo Electroingeniería presentó un borrador de la banca china”. Las tres ofertas calificadas y evaluadas presentaron la carta de firme financiamiento y cumplieron con todos los requisitos de los pliegos en términos del financiamiento y de todos los aspectos.
· No es cierto que “en su Carta de Descuento, el ganador especificó que parte de la obra se pagaría en dólares en el exterior”. La mecánica que se establece en la oferta ganadora es de uso común en todos los procesos de financiamiento externo, conocidos en nuestro país por las obras financiadas por el BNDES. Los bienes y servicios extranjeros los abona el ente financiero directamente en el exterior.
· No es cierto que “se gastará un dineral en montar represas que provean 1740 megawatts de potencia en un curso de agua que sólo permite generar unos 500 megawatts promedio”. El río Santa Cruz es el curso de agua totalmente nacional con mayor caudal disponible sin ningún aprovechamiento hidroeléctrico. Es un río con características hidráulicas únicas y de gran potencial para su aprovechamiento, ya que posee la regulación natural del sistema del Lago Argentino y del glaciar. Su potencial hidroeléctrico ya fue destacado por Agua y Energía en la década del ´70. Además, para el diseño de las represas se tomaron en cuento registros de los últimos 50 años y así se determinó la potencia de cada aprovechamiento y la cantidad y tipo de turbinas en cada uno de ellos.
· No es cierto que para que “las nuevas represas sean rentables haría falta un tarifazo colosal”. Toda la energía que se consume en nuestro país está subsidiada por el Estado Nacional, que asigna 69 mil millones de pesos al año para que las tarifas sean competitivas. Por lo tanto, es falaz hablar de que se necesitará un “tarifazo” salvo que ese sea el proyecto económico del diario La Nación o de los candidatos que apoya. Además, desde el punto de vista económico el análisis debe partir de los 1.100 millones anuales de importación de combustibles para generación, que las represas nos permitirán reemplazar, lo que implica un repago en menos de 4 años, sólo con este aspecto.
· Esos expertos que cuestionan la obra son los mismos que reclaman la diversificación de la matriz, a la que poco o nada contribuyeron durante sus fracasadas gestiones, y sí en cambio aprobaron la venta de gas a precio vil a Chile durante la Década Menemista y el gobierno de la Alianza, sin que al diario La Nación le pareciera eso un escándalo ni saliera a denunciarlo.
· Sin duda, la misiva enviada por Pescarmona a título personal, la denuncia de diputados opositores y las charlas que el titular de IMPSA mantuvo con el periodista de La Nación, forman parte de uno de los habituales shows mediáticos que suelen pergeñar empresarios, medios monopólicos y políticos serviles cuando el Gobierno toma decisiones favorables para el conjunto de los argentinos, como en este caso procurar la mejor oferta para una obra de gran envergadura, y contrarias a los intereses concentrados que ese entramado defiende.
· Por último, el diario La Nación ha demostrado durante muchos años que se puede informar sin informarse, que deformar la información en beneficio propio es un gran negocio. Palabras como acceso universal a servicios, acceso universal a la información, transparencia o universalización de los derechos humanos básicos, eran desconocidas para ellos y sus gobernantes, puestos de turno con campañas permanentes para prestigiar a los que son funcionales a sus intereses y desprestigiar a quienes los cuestionan. Les tenemos una sorpresa: la información es transparente y está disponible (http://www.hidricosargentina.gov.ar/), por lo que esas mentiras de los medios se refutan rápidamente al contrastarlas con la realidad.
fuente INFOnews