El 19º Distrito – Bahía Blanca de la Dirección Nacional de Vialidad (D. N. V.) informa que, a la hora de conducir en horas de la noche y con lluvia hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones a fin de evitar accidentes.
Esta aclaración parte de la premisa que el 80% del riesgo al conducir es responsabilidad del conductor y que el porcentaje de accidentes que se producen de noche son mayores que durante el día, a pesar de que en estas horas circulan el 60% menos de tránsito. Todo esto con el agravante de la condición climática.
Durante la noche, nuestra visión requiere un tiempo de adaptación mayor para conseguir la óptima capacidad visual. Para ver en horas nocturnas es necesario tener buena visibilidad, lo que exige que los cristales del limpiaparabrisas, ventanillas y luneta posterior estén siempre bien limpios, para evitar los reflejos producidos por las luces de otro vehículo.
También se debe contar con una buena iluminación, con los faros limpios y en buen estado de funcionamiento a fin de no deslumbrar a los demás e iluminar correctamente la zona.
Atendiendo estos conceptos básicos se reduce los efectos negativos de la oscuridad, ver mejor la calzada y los obstáculos que puedan existir, evitar los deslumbramientos y adaptar nuestra conducción a la propia visión y a la iluminación existente, lo que exige adecuar nuestra velocidad para poder detener e vehículo dentro de la zona iluminada.
Por otro lado, conducir somnoliento, si se ha dormido cinco o menos horas o si se conduce entre las dos y las cinco de la madrugada está asociado a un incremento sustancial en el riesgo de accidentes de tránsito graves o con resultados de muerte.
Por eso, se recomienda dormir más de cinco horas antes de salir a la ruta, evitar las comidas copiosas, no consumir alcohol, tóxicos o fármacos depresores del sistema nervioso y evitar las temperaturas elevadas en el interior del vehículo.
Si se presenta la somnolencia, es necesario parar al menos 30 minutos a descansar, realizar paradas frecuentes para evitar la monotonía y no adoptar posturas excesivamente relajadas mientras se conduce.
En cuanto a la condición climática, es importante disminuir la velocidad puesto que el agua que se acumula en la ruta, sólo puede ser despejada por los neumáticos del auto. Las cubiertas están diseñadas para desaguar el agua y para que el neumático tenga siempre contacto con el asfalto. Sin embargo, cuando la velocidad excede la capacidad de despeje del agua se produce un fenómeno llamado HIDROPLANEO (aquaplanning), lo que significa que el vehiculo no se adhiere a la calzada. Esta situación es peligrosa ya que se pierde estabilidad y control del automóvil.
La seguridad que se obtiene al viajar con lluvias depender de la cantidad de agua acumulada, el dibujo de la cubierta y el desgaste de las mismas. La lluvia reduce la seguridad, por lo tanto en los días lluviosos, reduzca la velocidad.
Frente a esta situación se sugiere aumentar la distancia respecto del vehiculo de adelante, encender las luces antiniebla delanteras y traseras y evitar maniobras bruscas.
Por todo esto, el 19º Distrito de la D.N.V. recomienda a los usuarios, circular con suma precaución, disminuir la velocidad, llevar las luces bajas encendidas y utilizar el cinturón de seguridad.