Se presentó ante la fiscalía tan bravucón como en los álgidos días de la protesta que se lo acusa de instigar. Y quedó alojado en los calabozos de una comisaría cercana a la que actuaba como amo y señor. Prófugo hasta hace unas horas, Juan Ramón Canteros, comisario de la policía chaqueña hasta hace unos días, sucumbió a los registros fílmicos y fotográficos y a las declaraciones testimoniales que lo posicionaron como uno de los “líderes” de las sublevación uniformada en Roque Sáenz Peña, ciudad ubicada a 173 kilómetros de Resistencia.
Poco antes de verse cara a cara con el fiscal local, Canteros dijo ser un “perseguido político” de la administración chaqueña. Y, según la prensa provincial, declaró que las denuncias en su contra “son parte de una persecución sistemática por las denuncias de corrupción presentadas hace más de una año contra la conducción policial”.
“Esto que me pasa ahora (NdR: por la detención) es un pase de factura”, lanzó el comisario tras atacar la gestión del gobernador Juan Carlos Bacileff Ivanoff. Dijo que “las autoridades no están interesadas en la seguridad, es más tenemos un ministro y secretario de inseguridad en el Chaco”. Al lado de Canteros estuvo presente su esposa y abogada defensora, Elena Irrazabal.
Mientras Canteros era trasladado, en calidad de detenido, a la comisaría de la localidad vecina de Avia Terai, presumiblemente para evitar una fuga con la complicidad de sus –hasta ayer– subordinados, el titular de la Fiscalía Nº 3, Marcelo Soto, peritaba la decena de denuncias que pesan sobre el comisario.
En tanto, Irrazábal adelantó que se apartará de la defensa de su marido y anunció que Canteros, en línea con su intento de presentarse como un perseguido político, solicitó la intervención de la Fundación Mandela y otros organismos de Derechos Humanos “nacionales e internacionales” que no identificó.
Además, presentó un hábeas corpus preventivo, en el que –señaló– “hago responsable a Bacileff Ivanoff, al ministro de gobierno (Juan Manuel Pedrini) y la Policía del Chaco y a otras reparticiones por la integridad psicofísica del comisario Canteros, sobre la cual tenemos algunos temores”, señaló Irrazábal.
Ya desde la semana pasada, en plena sublevación policial en Chaco, Canteros la había emprendido contra las autoridades políticas de la provincia. Uno de sus blancos fue el Ministerio de Seguridad con Marcos Verbeek, a quien acusó de “inoperancia”.
ALLANAMIENTOS. Según el diario Norte, de Chaco, el 80% de los detenidos por saqueos tiene antecedentes penales. Por otra parte, en un allanamiento en búsqueda de electrodomésticos, las autoridades judiciales encontraron además drogas, armas y dinero en efectivo.