El sector de la carne mostrará sus costos para equilibrar los precios en góndola

Capitanich, Kicillof y Costa propusieron a la industria un sendero de precios “razonable”, para lo cual pondrán sobre la mesa sus estructuras de gastos e ingresos. Las partes volverán a reunirse entre mañana y el viernes. El gobierno recibió a carniceros, exportadores y feedloteros mientras que la Mesa de Enlace se negó a participar.

En una reunión multitudinaria, el gobierno discutió ayer con la cadena de la carne y los popes del supermercadismo los métodos progresivos para estabilizar y retrotraer a niveles razonables los precios de los productos en góndola. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, comandó el encuentro junto al ministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario de Comercio, Augusto Costa, quien desde hace varios días venía manteniendo diálogos telefónicos para encausar los precios de la carne que, según los propios carniceros, subieron hasta un 25% en menos de un mes. En la primera aproximación de la tarde de ayer, la premisa fue revelar los costos de la cadena para avanzar en el mediano plazo. Además, se puso el foco en recuperar el stock ganadero perdido luego de años de liquidación de ganado joven, por medio del fomento de microemprendimientos y de feedlots.

El gobierno reunió a representantes de la cadena cárnica.
El gobierno reunió a representantes de la cadena cárnica.

En una mesa larga pero no lo suficiente como para atender a semejante convocatoria, se rozaban los codos los referentes de la Asociación de Feedloteros, las cámaras de carnicerías, los consorcios exportadores como ABC, Quickfood, técnicos del IPCVA, directivos de la Confederación General Económica (CGE), y el secretario general del gremio de la carne. En un costado, se sentó Carlos Méndez, gerente de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), junto a las cámaras de súper chinos que comanda Miguel Calvete y los grandes comercios del interior, nucleados en CAS y FASA. Por lo bajo, y antes de empezar el diálogo, los presentes se quejaron de la ausencia de productores y consignatarios del Mercado de Liniers. “Estos quieren negociar solos”, comentó uno de los carniceros, respecto a la falta de los productores, representados políticamente por la Mesa de Enlace, conglomerado que se ha negado a discutir en mesas generales con funcionarios.

“Capitanich explicó que lo que tenemos que lograr es un horizonte de previsibilidad para estabilizar los precios, que de hecho son muy altos y no se justifican”, contó a Tiempo Argentino David Selser, representante de la CGE, entidad que conduce Ider Peretti. Por esta razón, el gobierno les pidió ayer a todos los actores que se tomen dos días para armar informes de costos y situación para presentar en una próxima reunión que se dará entre jueves y viernes.

Promediando el encuentro, donde hubo interacción de todos los presentes, Kicillof repasó la historia del sistema productivo argentino y subrayó que la sojización avanzó sobre terrenos que otrora eran mayormente ganaderos. A continuación, aseguró que se trabajará para recuperar el stock bovino. Por la tarde, y en un comunicado, Capitanich manifestó que “el trabajo que debemos afrontar debe ser cooperativo, abarcativo, para de esta manera redundar en el beneficio de todos los sectores, mejorar la producción, aumentar las exportaciones y además cuidar los precios y salarios de los trabajadores”.

Lo que el gobierno pretende es que la cadena acepte firmar un acuerdo de precios estables real, que evite congelamientos por tiempo prolongado. En ese contexto, los supermercados miraban de reojo: la gran mayoría de los grandes, nucleados en ASU, faenan la carne que venden y tienen una renta superior al 50 por ciento. Por eso estaban allí sentados, no como simples convidados de piedra. “Bajar el precio es el principal objetivo. Yo digo que es posible porque subió sin ninguna razón”, concluyó el carnicero Alberto Williams.