El espía estadounidense fue acusado de conspirar contra el Gobierno de Lula da Silva, meses previos a su reelección. Además, se lo relacionó con la misteriosa muerte del matrimonio Perel en Cariló en 2001.
Frank Holder es un ex agente de la CIA que en las últimas horas volvió a estar en el ojo de la tormenta luego de que se difundiera que su operador en la Argentina, Eugenio ‘Pipo’ Ecke, es socio de Fabián Aníbal Picon, dueño del Audi negro que utilizaba el fiscal de la causa AMIA,Alberto Nisman, antes de fallecer.
Holder es un personaje con una larga trayectoria en el mundo de la investigación y el espionaje. Comenzó su carrera como Oficial de Inteligencia de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y desde ahí fue transferido a la sección de Asuntos Latinoamericanos de la CIA, a comienzos de los 90.
Durante esa década prestó servicios a la Embajada estadounidense en Buenos Aires. Tras desligarse, de la CIA, Holder continuó realizando tareas de espionaje pero ahora dentro del ámbito privado y en emprendimientos de su propiedad. Fundó Holder Associates, que en 1998 fue adquirida por la agencia estadounidense Kroll, de la que pasó a ser director en la Argentina.
En mayo de 2006, una investigación de Holder y su agencia Kroll puso en jaque al Gobierno brasileño de Luiz Inácio Lula Da Silva y su futura reelección en plena campaña presidencial. La opositora revista Veja publicó un informe en el que se revelaba que Lula, varios ministros de su gobierno y líderes del PT, tenían dinero en cuentas bancarias en paraísos fiscales.
La investigación se llevó varias cabezas del gabinete de Lula y dejó al presidente al borde del juicio político, aunque finalmente, logró imponerse en las elecciones de octubre de 2006.
El nombre de Holder también había aparecido en los medios argentinos con anterioridad, en el verano de 2001, cuando tuvo lugar la misteriosa muerte del matrimonio Perel en Cariló. El 4 de febrero de ese año, los cadáveres del financista Mariano Perel y de su esposa, Rosa Berta, aparecieron con un balazo en la nuca cada uno en la cabaña 32 del Apart Hotel Puerto Hamlet. Las hipótesis que se tejían en ese momento, oscilaban al igual que el caso Nisman, entre el suicidio y el homicidio.
Se hablaba de la mala situación económica del matrimonio y de un litigio entre Perel y Kroll, la agencia de Holder. Seis meses antes del crimen, Perel había llegado a un acuerdo extrajudicial con Kroll para cobrar 370.000 dólares y olvidar la demanda, una cifra considerablemente inferior a la que pretendía el ex agente de la CIA.
En la actualidad, Holder es director de FTI Consulting, empresa especializada en prevención e investigación de fraudes que asesora a grandes empresas y multinacionales en la Argentina.