La mandataria afirmó que “nadie desde otro poder le puede decir a la Presidenta que se calle la boca y no hable”, en respuesta a las críticas del titular de la Asociación de Magistrados.
La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, defendió su derecho a opinar sobre el avance de la causa por la muerte del fiscal Nisman, luego de las críticas que recibió del presidente de la Asociación de Magistrados, Ricardo Recondo.
El magistrado sostuvo en una entrevista que “las opiniones que dan la Presidenta y un ministro influyen en cómo va la causa”.
“Nadie desde otro poder le puede decir a la Presidenta que se calle la boca y no hable. La libertad de expresión incluye a la Presidenta”, afirmó la mandataria en cadena nacional en referencia a sus dos cartas públicas y la última cadena nacional emitida el lunes en las que dio su postura sobre la causa judicial que se sigue tras la muerte del fiscal especial de la causa AMIA.
“Yo no decido en el Poder Judicial, por lo tanto puedo hablar. Si desde el presidente de la Corte hasta el último fiscal opinan, cómo no voy a poder hablar yo que estoy sojuzgada a todos ellos. Somos todos iguales, lean la Constitución. Es predemocrático intentar silenciar voces. No me interesa una democracia silenciosa. No les molesta que hable, sino las cosas que digo”, enfatizó.
Averiada pero no hundida
Tras la fractura que sufrió en el pie izquierdo y que la obligó a realizar un mes de reposo, la presidenta hizo anuncios y un extenso balance de gestión desde la Casa Rosada. Transmitido en cadena nacional y tras el mensaje televisivo del lunes en el que anunció la disolución de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE) y su reemplazo por la Agencia Federal de Inteligencia, se trata de la primera aparición de la Presidenta desde Balcarce 50.
Al comenzar su discurso, la mandataria sostuvo que se encuentra “en pleno ejercicio de sus funciones, un poco averiada pero jamás hundida“, en referencia a la lesión que sufrió. De hecho, el lugar fue acondicionado para que la Presidenta pueda acercarse a los militantes mediante su silla de ruedas.
Ante la masiva concurrencia de jóvenes militantes de La Cámpora, JP Evita, Kolina y otras agrupaciones juveniles kirchneristas, los preparativos comenzaron ayer. Se dispusieron vallados en todos los patios y se montó una rampa sobre los balcones internos para que la Presidenta pudiera traspasar el zócalo de una puerta entre el Salón de las Mujeres y esos balcones para dirigirse a los jóvenes.
Su última aparición desde la Casa Rosada había sido el 23 de diciembre de 2014, cuando brindó por el fin de año con diputados y senadores del Frente para la Victoria y luego con periodistas. De allí viajó a Río Gallegos, se fracturó el tobillo izquierdo y debió guardar reposo en silla de ruedas, que la obligó a recluirse en Olivos.
Acompañada por 17 gobernadores en el Salón Mujeres Argentinas, entre otras cosas, el acto de hoy sirvió para firmar un nuevo tramo de la refinanciación trimestral de las deudas provinciales. Además, la mandataria hizo un balance de gestión en el que destacó los avances logrados en Aerolíneas Argentinas así como en materia ferroviaria, pago de la deuda y anunció el aumento de los haberes jubilatorios.