El encargado de compilar, ordenar y jerarquizar la legislación laboral vigente en el país y redactar los agregados será el diputado nacional Héctor Recalde.
La redacción del Código de Trabajo unificado ya está en marcha. El diputado nacional Héctor Recalde es el encargado oficial de llevar adelante la tarea de compilar, ordenar y jerarquizar toda la legislación laboral vigente en el país y redactar el nuevo Código. El sector sindical –tanto oficialista como opositor– y especialistas del derecho laboral de todo el país participarán de la iniciativa. Sin embargo, ya se generó un debate en torno a la necesidad de aprovechar la ocasión para hacer reformas más de fondo a la legislación laboral, informó Tiempo Argentino.
La Comisión de Legislación Laboral de la Cámara Baja que preside Recalde conformó una subcomisión en la que participarán todos los bloques, además de los aportes de los sindicalistas y los representantes empresarios. Ese cuerpo contará también con el material resultante de una serie de foros federales en los que se discutirá el nuevo código. Luego de las audiencias y los foros, se elaborará el proyecto que no incorporará nuevos derechos, a menos que haya consenso.
“No queremos que nada trabe el avance del Código“, aclaró Recalde, quien agregó: “Se trata de poner al alcance de todos, trabajadores, pequeños empresarios, y no sólo abogados, la legislación laboral”.
Entre las cuestiones sobre las que seguramente habrá consenso y terminarán incluyéndose en el nuevo código están la ampliación de licencias por paternidad y la equiparación de licencias para padres adoptantes.
El abogado y asesor de Recalde en esta empresa, Gustavo Ciampa, indicó que “la idea es sistematizar lo que está vigente con algún aggiornamiento que pueda hacer falta, como por ejemplo, cambiar los apartados donde se habla del servicio militar obligatorio, que ya no existe.”
Como era de esperar, desde distintos sectores cuestionaron la decisión de no realizar cambios más estructurales a la legislación laboral.
El presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas (AAL), León Piasek, fue muy claro al respecto. “Muchos laboralistas han esbozado ideas en relación a integrar una legislación que hoy está dispersa. Y eso es positivo. Sin embargo, un Código de Trabajo como tal debe ser una verdadera reforma y no una mero ordenamiento parcial, que ya se ha hecho con el Digesto Jurídico.
Y requiere, necesariamente, que se debata del modo más amplio”, afirmó.
Es por eso que indicó que un Código de Trabajo unificado debería comprender “una reforma de la ley de asociaciones sindicales que garantice la democracia, la libertad sindical y la tutela amplia de los derechos colectivos, en especial del derecho a huelga”, además de “revisar algunas normas del nuevo Código Civil y Comercial que desprotegen a los trabajadores”.
Entre las modificaciones que Piasek propone al menos someter a debate figuran “la estabilidad en el empleo sin distinguir si se trata de empleo público o privado; un verdadero régimen de solidaridad en las relaciones laborales triangulares o tercerizadas y un criterio preventivo en materia de enfermedades y accidentes laborales”.
“Sobreviven normas laborales heredadas de la última dictadura militar en la Ley de Contrato de Trabajo que exigen una derogación, como también la Ley de Riesgos de Trabajo y la Ley Antiterrorista, que introduce sanciones de naturaleza penal a los trabajadores que luchan por sus derechos”, agregó.
En el mismo sentido se expresaron los abogados laboralistas de Confluencia Federal de Laboralistas que sostienen que la sanción del Código del Trabajo y la Seguridad Social “es la oportunidad para desactivar las amputaciones a las leyes laborales realizadas por la Dictadura cívico-militar”.
Este colectivo de abogados es quien organizará una serie de foros federales en los que se debatirán los alcances del Código y cuyas conclusiones serán aportadas a la subcomisión de Diputados que encabeza Recalde.
El diputado Facundo Moyano integrará la subcomisión, acercará los aportes de los técnicos de la CGT Azopardo que conduce su padre Hugo y participará de las reuniones en las que se debata el nuevo Código. Sin embargo, admitió que la tarea principal será la de organizar las leyes que ya existen, mientras que él se inclinaría por introducir reformas. Entre las prioritarias, según indicó, está la de regular la tercerización laboral.
Otro sector que mostró una disidencia fue la CTA de Hugo Yasky, que decidió presentar su propio proyecto. El adjunto de esa central, Pedro Wasiejko (del sindicato del neumático) dijo: “Tenemos nuestro modo de ver las cosas en un proyecto tan relevante”. Y en ese sentido explicó que en su borrador se incluyen reformas al Impuesto a las Ganancias y a las tercerizaciones.
La tercerización laboral es un tema que preocupa a todos los sectores involucrados. Y no es para menos. La última dictadura militar realizó varias reformas a la legislación laboral en general y a la Ley de Contrato de Trabajo en particular. Pero el de evitar que las compañías fueran solidariamente responsables de las empresas más chicas que contratasen para determinados servicios es una de las más sensibles y que no pudo subsanarse desde entonces.
Aún no se sabe qué postura asumirá el Ministerio de Trabajo respecto del Código. Desde la Asociación de Abogados Laboralistas temen que no haya apoyo y que finalmente los esfuerzos no puedan concretarse. Sin embargo, cuesta creer que Recalde iniciaría semejante empresa sin contar con el visto bueno oficial.
Lo cierto es que antes de que termine el mandato de Cristina Fernández podría haber un nuevo Código del Trabajo. Qué alcance tendrá y qué cuestiones incorporará está todavía por verse.
Por Ana Vainman
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