El equipo de Miguel Russo le ganó 2 a 1 a los de Sarandí, en uno de los partidos de la octava fecha del torneo. Amor y Caraglio marcaron para el local; mientras que Santiago Silva anotó para la visita.
Los goles del conjunto que dirige Miguel Ángel Russo los marcaron Emiliano Amor (16m. PT) y Milton Caraglio, de penal (35m. ST); mientras que el equipo visitante, que terminó con nueve jugadores por las expulsiones de Ramiro Carrera (37m. ST) y Danny Rosero Valencia (51m. ST), descontó por intermedio del uruguayo Santiago Silva (9m. ST).
Vélez, que había perdido los últimos tres encuentros, llegó a 11 puntos; mientras que Arsenal, que todavía no ganó en el certamen (tres empates, cuatro derrotas y un partido pendiente con Aldosivi), se quedó con 3 unidades.
El equipo de Liniers, con un 4-4-2, salió a buscar la victoria desde el inicio y en su primera llegada (una jugada de pelota parada) marcó por intermedio de Amor, a los 16 minutos de juego.
El 1-0 no sólo le dio tranquilidad sino que además le permitió replegarse para jugar de contraataque y contó con un par de chances para ampliar la ventaja.
Arsenal, con un 4-4-1-1, pagó muy caro sus errores en defensa y después, con la desventaja, desnudó todas sus falencias para crear juego y llegar al arco rival.
Apenas un par de remates de Santiago Silva (un ex Vélez) sobre el final generaron cierta incertidumbre en el público local.
Y esa sensación se convirtió en realidad en el segundo tiempo, cuando Silva, de cabeza, estableció el empate, a los 9 minutos.
Pero 180 segundos más tarde se produjo “la jugada del partido” cuando Delfino -equivocadamente- cobró penal y expulsó a Rosero Valencia por una mano del zaguero colombiano dentro del área. Sin embargo ni el árbitro ni el línea Iván Núñez vieron que la mano fue del delantero de Vélez Mariano Pavone.
Entonces, Delfino -a instancias del cuarto árbitro Lucas Comesaña- retrotrajo la jugada, anuló sus dos fallos (el penal y la tarjeta roja) y amonestó a Pavone. A todo esto el partido estuvo detenido durante 9 minutos.
Hasta ahí todo era correcto y legal, aunque la realidad es que Comesaña -y por ende Delfino- se apoyó en la imagen televisiva (por un camarógrafo que estaba dentro del campo de juego) para revertir la decisión.
Pero Delfino explicó la jugada una vez finalizado el partido: “Veo una mano arriba. Todos protestan. Por eso le pedí calma a los jugadores. Ahí consulté al línea y tomé la decisión. El procedimiento fue horrible. Son cosas que no pueden pasar. Y hasta que no reanuda puedo cambiar. Modifiqué el fallo por un aporte de mis colaboradores. Luego de eso hice borrón y cuenta nueva. Pero me voy muy mal, aunque somos un equipo y valoro el trabajo de mis compañeros”, detalló.
Luego, a los 34 minutos, Delfino sancionó -acertadamente- un penal de Matías Campos Toro sobre Pavone y Caraglio lo cambió por gol. El 2-1 calmó a los jugadores e hinchas de Vélez. Es que volvió al triunfo luego de cinco fechas.