Los trabajadores de la carne lanzaron un paro con movilización para mañana en todos los frigoríficos del país en protesta contra la reestructuración de 35 grandes empresas, con la posibilidad de unos 3.500 despidos, debido al impacto de los tarifazos.
Así lo anticipó este domingo el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Carne, Silvio Etchehun, al sostener que el sector está al borde de dejar a miles de trabajadores sin empleo porque las grandes firmas estiman que deberán reducir “un 20% sus plantillas”.
Las empresas atraviesan un problema de producción por el aumento del 500 por ciento en las facturas de luz y gas natural, lo que les incrementó considerablemente sus costos operativos fijos, dijo el sindicalista en declaraciones a Radio 10.
Según Etchehun, la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (CADIF) y la Cámara de Industria Frigorífica Argentina (CIFA) plantearon al sindicato que en caso de no alcanzar la reestructuración para mantener las plantas frigoríficas, las mismas comenzarán a cerrar sus puertas.
El paro será también en solidaridad con los 800 operarios del Frigorífico Ciaber (ex-Finexcor) de Bernal Oeste que desde el 29 de febrero ocupan las instalaciones contra el plan de ajuste que intenta aplicar la empresa.
El día de protesta arrancará a las 00:00 del martes 7 de junio, por lo que no habrá faena ni distribución de carne, dado que también irán a la huelga quienes transportan el producto a las carnicerías.
Asimismo, la protesta será para “recuperar los 2.500 puestos de trabajo que se perdieron en la empresa Rasic Hermanos (comercializadora de la marca Cresta Roja) porque la situación no es como la venía mostrando el presidente Mauricio Macri”.
La productora y comercializadora de pollos reabrió en mayo tras estar cerrada durante más de cuatro meses, pero sólo lo hizo con unos 250 operarios, mientras que otros 2.500 aguardan en sus casas a ser llamados para reincorporarse.
Según dijo Etchehun, hay 2.500 trabajadores que no volvieron a trabajar desde el cierre de la planta en diciembre pasado y ahora sólo están cobrando 6.000 pesos, lo cual les complica la subsistencia.
“La garrafa social que estaba 97 pesos ahora cuesta 187 pesos. La leche, el pan, todos los productos de la canasta básica. Los trabajadores que pagaban 110 pesos de luz en sus hogares, ahora pagan más de 400 pesos”, dijo.