Disco, con el aval de Cavalieri, presentó una lista propia en las elecciones de la sucursal Caballito para competir con la de los trabajadores. Buscan desactivar la organización ante el posible el cierre.
Una simple elección de delegados en una sucursal de una cadena de supermercados, terminó siendo una toda una imagen de lo que ocurre con el Sindicato de Empleados de Comercio porteño. Es que cuando estaba todo listo para que los empleados elijan a sus representantes, una maniobra de parte de la firma Disco y del propio titular del gremio enturbió la situación y dejó 80 familias al borde del abismo.
La convocatoria a la renovación de delegados imponía la elección de dos nombres por lista y en un principio había una sólo nómina. Sorpresivamente la empresa empezó a tentar empleados para que sean delegados “patrocinados” por el supermercado, pero sólo consiguió uno. Como con eso no podía competir le pidió una manito al gremio, que en un gesto insólito por orden del propio Armando Cavalieri individualizó la elección para que el hombre de Disco pudiese competir.
La maniobra entre la empresa y el gremio fue repudiada por los empleados, que denunciaron que también movieron gente a la sucursal en cuestión para que pueda sumar algunos votos el improvisado candidato.
Además como el gerente que era delegado de la Unión del Personal jerárquico de Empleados de Comercio (UPJECO) y se oponía a la jugada, lo cambiaron de sucursal y pusieron a otro que no tiene ninguna relación con el personal.
Claro, el resultado de los comicios tendrán un rol trascendente en el futuro, ya que el rumor que se corre por los pasillos es que la idea de Cencosud es avanzar con el cierre de esa boca y despedir a los 80 empleados que actualmente trabajan en Avenida Directorio al 1.200.
De concretarse sería el séptimo supermercado que baja la persiana en la Ciudad de Buenos Aires en lo que va de 2016 con la complacencia de Cavalieri. Por si fuera poco se habla también del posible cese de actividades de la sucursal 16 de Disco ubicada en Palermo.
Según pudo saber InfoGremiales la ola de cierre de supermercados tiene dos aristas que la motivan. Por un lado la caída en las ventas que hacen menos rentables algunas bocas. Pero por otro la avanzada empresarial para despedir personal con muchos años de antiguedad y el reemplazo por sucursales más pequeñas con empleados en condiciones de trabajo más flexibles o directamente tercerizados.