No habrá corrida sobre el dólar esta semana”. “No hay riesgo de corralito”. “Si no llega el desembolso del FMI, no pasa nada”. El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, dio esas definiciones anoche por televisión abierta en un domingo en el que se anunciaron restricciones para la compra de dólares. Horas después de que se hicieran públicas las medidas, el funcionario se encargó de diferenciar este “control de capitales” del cepo del kirchnerismo.
“Esto es un control de capitales a la dolarización”, dijo en una entrevista en Periodismo para todos, por Eltrece, cuando se le consultó si la decisión del Banco Central constituye un nuevo cepo cambiario. Para explicar el porqué de las medidas, el funcionario repasó lo que sucedió en materia financiera desde el 12 de agosto, un día después de la derrota oficialista en las PASO.
“El riesgo país pasó de 900 puntos, que ya era alto, a 2000. El dólar pasó de $45 a $55 en una semana. Y no es cierto que el Banco Central especuló con una instrucción del Presidente”, definió. Agregó que la renovación de la deuda de corto plazo pasó del 90% al 5%. El ministro habló de un escenario de “incertidumbre” respecto de si las reservas del Banco Central alcanzarían para toda la demanda potencial: los ahorristas que quieren dolarizarse, los depositantes que quieran disponer de su patrimonio y los pagos de deuda. Apuntó que las reservas disponibles del BCRA son unos US$57.000 millones.
Hernán Lacunza en Debo decir08:08
Más adelante, repitió que el control de cambios es una “medida preventiva” para reservar los recursos de los depositantes y que el tipo de cambio no suba más. “Son medidas que no son para un país normal, que son incómodas para nosotros”, describió, y agregó: “Si no las hacemos, sube el dólar, sube la inflación y sube la pobreza. Preferimos pecar de exagerados que de escasos”.
Sobre el precio del billete estadounidense, resaltó que no cree que haya una corrida cambiaria esta semana. Más adelante, en Debo decir, por América TV, dijo que el dólar a $61 se puede mantener hasta el 10 de diciembre y agregó: “Ahora hay menos demanda potencial y el dólar a $61 es excesivo”.
Hernán Lacunza entrando a los estudios de eltrece Fuente: LA NACION – Crédito: Ignacio Sánchez
También proyectó que “no hay riesgo de un corralito” porque “están los recursos”. “Hablar de corralito es un disparate”, le respondió a Novaresio. Lo que sí puede suceder, a su juicio, es que aparezca un tipo de cambio paralelo o blue, como sucedió con el cepo del kirchnerismo. “Pero eso es economía informal: no es el que se utiliza en las transacciones de comercio exterior, así que no tiene por qué trasladarse a precios”, apuntó.
Para explicar las razones detrás del control de capitales, el funcionario recurrió a varias analogías. Comparó la economía del país con la de un hogar. “Esto es como una familia que se queda sin crédito -explicó-. Con el dinero disponible, tiene que comprar comida para los chicos, las zapatillas y pagar la cuota del auto que se compró”. Explicó que el primer y segundo gasto no se negocian (y los comparó con los depósitos y la contención del tipo de cambio), pero que el tercero puede esperar.
“Lo del miércoles [el anuncio de reperfilamiento de deuda] fue decirles a los acreedores que necesito más tiempo para pagarles para preservar las reservas para los dos primeros fines”, destacó. “Con el control de cambios no habrá para las zapatillas verdes, pero sí para las celestes”, dijo, en referencia al dólar y al peso, respectivamente. “Hay que tener $600.000 en la cuenta para comprar US$10.000 por mes”, añadió, para explicar que el control de cambios no afectará a la mayoría de la población.
“En el Gobierno anterior había alguna discrecionalidad, pero acá va a estar todo normado en el Banco Central con un criterio transparente”, advirtió.
Para terminar, se refirió a las conversaciones que el Gobierno tuvo con el FMI antes de anunciar la reprogramación de deuda y el control de cambios. Dijo que en ambos casos se le comunicó al organismo los fundamentos de las decisiones.
Apuntó que “no pasa nada” si el desembolso de US$5400 millones previsto para mediados de septiembre no llega, “porque los números dan”. “Si no viene es más difícil -admitió-, pero igual hay recursos”.