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Es un triunfo de los “moderados” de Cambiemos, entre los que se ubican Frigerio y Monzó. También abre la puerta a un buen diálogo con el peronismo.
La sorpresa de la salida de Elisa Carrió del esquema de la futura oposición comenzó a despejar dudas y a generar certezas sobre cómo se darán las relaciones de poder hacia dentro y también con respecto a Alberto Fernández y su Gobierno. En primer lugar, los “moderados” del oficialismo ganaron la pulseada. María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el presidente de Diputados, Emilio Monzó; y la ministra de Desarrollo, Carolina Stanley, son partidarios de hacer puentes con el Frente de Todos. Es el grupo que piensa en generar acuerdos de gobernabilidad con el peronismo que permitan darle un marco político tanto a la transición como a los primeros años de gobierno de Fernández.
A este lote de “moderados” se suman los radicales, en particular Alfredo Cornejo, titular de la UCR y quien logró ganar en Mendoza con más del 50% con su candidato, Rodolfo Suárez; al igual que Ernesto Sanz y el gobernador jujeño, Gerardo Morales.
En el otro rincón aparece el ala más dura, liderada por Miguel Pichetto, Patricia Bullrich (Seguridad), Hernán Lombardi (quien se ocupó de las marchas del Sí se puede) y la propia Carrió, junto a su íntimo amigo, Mario Negri, quien tendrá serias dificultades para presidir la UCR en Diputados desde diciembre con el desembarco de Cornejo. La “derrota digna” de Mauricio Macri: cómo creció el oficialismo tras las PASO Mauricio Macri mutó: pasó del ala más dura a los moderados en estos meses, y la reunión de este lunes con Alberto Fernández definitivamente lo ubicó en el primer grupo.
Aunque jamás se peleó con “Lilita”: solo salió a desmentirla cuando atacó a dos de sus ministros (Frigerio y Garavano). Marcos Peña siempre intentó hacer equilibrio, pero gran parte de los “moderados” son muy críticos de su liderazgo como jefe de Gabinete. Pero no solo eso. En Casa Rosada hubo festejos, en especial en la planta baja donde Frigerio tiene su despacho. Es que “Lilita” lo había elegido como blanco, en especial después de las PASO, y lo acusó de haber “entregado” la elección a los gobernadores peronistas. “Su teoría de que entregamos la Nación quedó destruida en estas elecciones: ganamos seis provincias, cuatro que no gobernamos”, se ofuscó ante PERFIL uno de los funcionario más cercanos a Frigerio. En concreto: Macri ganó en San Luis, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Mendoza y la ciudad de Buenos Aires. Las cuatro primeras las ganó el peronismo.
Y perdió en Provincia de Buenos Aires, en Jujuy y en Corrientes, donde gobierna Juntos por el Cambio. Los desafíos económicos que deberá afrontar Alberto Fernández desde el 10 de diciembre Con todo, salida de Carrió también despeja la incógnita sobre qué harían Larreta y Vidal con ella si quieren hacer trascender a los moderados. Ella era un escollo para que Frigerio y Monzó, pero también Cornejo y Sanz, se puedan sentar a una mesa para rearmar la oposición.
Para desgracia de algunos que consideran que a “Lilita” le “pagaron demasiado en el cierre de listas, Carrió dejará un nutrido bloque de 15 diputados nacionales que le responden. Aunque muchos de ellos tienen buenos vínculos con la UCR y el PRO. A ellos se puede sumar el empresario Mario Quintana, quien goza de la simpatía de Macri. Pero los “moderados”, salvo el jefe de Gobierno porteño, siquiera lo toman en serio para el futuro político.