La protección de la salud debe ser lo primero en la desescalada
Los alojamientos turísticos, para minimizar los riegos higiénico-sanitarios provocados por el Covid-19 de cara a su reapertura, deberán asumir un compromiso firme con la gestión del riesgo e implantar medidas dirigidas a minimizarlo.
Previo a la vuelta a la actividad cada empresa deberá elaborar un plan de contingencia detallando las medidas concretas que van a adoptar para reducir los riesgos de contagio.
Si en los hoteles no hay constituido Comité de Seguridad y Salud, se formará uno para la gestión del riesgo, integrado por la representación legal de los trabajadores, con amplias tareas preventivas a desarrollar.
En el caso concreto de las Camareras de Pisos, entre otras medidas que obran en el documento, se contempla que el Hotel debe facilitarles el Equipo de Protección Individual (EPI) que se prescriba tras la evaluación de riesgos laborales.
En caso de que existan turnos, éstos deben planificarse, siempre que sea posible, las mismas empleadas en los mismos grupos de turnos, y en los vestuarios se debe establecer el aforo máximo y mantener el distanciamiento social en reuniones internas.
Los uniformes, que sólo se deben utilizar durante una jornada laboral, deberán ser lavados por la empresa, según normas higiénicas establecidas, o si lo hace la trabajadora en su domicilio, debe ser informada de las medidas a tomar al respecto, y deberá transportarla al trabajo diariamente en una bolsa cerrada.
La empresa debe facilitar a la plantilla información clara y formación específica y actualizada sobre todas las medidas que se implanten. No será posible compartir equipos de trabajo o dispositivos con otras empleadas, y en caso de que exista alternancia de algunos, se deben establecer pautas de limpieza y desinfección entre uso y uso para la reducción del riesgo de contagio.
Hay también indicaciones personales a cumplir por las Camareras de Pisos, como llevar el cabello recogido, no portar anillos, pulseras, pendientes o similares, etc. y también que ninguna trabajadora accederá a prestar servicio en las habitaciones mientras permanezca el cliente en su interior.
Las camareras de pisos deben utilizar un equipo de protección individual adecuado dependiendo del nivel de riesgo que se considere en cada situación, como mínimo mascarillas, guantes, detallando el tipo de los mismos. También gafas de protección de montura integral y mandil desechable.
Se establece también indicaciones para realizar a la hora de la finalización de la jornada de trabajo para garantizar una total higiene y desinfección.
Una cuestión importante es que en caso de que el servicio de Pisos esté subcontratado, la empresa principal supervisará que el personal cuente con los equipos de protección necesarios y que actúa bajo los procedimientos establecidos.
Es responsabilidad de todos que se regrese de la mejor forma a esta actividad que es fundamental para el desarrollo económico del país, por lo tanto cabe a las empresas del sector que aún mantienen cierta resistencia a la implementación de este protocolo obrar en pos del bien común y no apenas del suyo propio.