SOCIEDAD/CHUBUT Fuente: El Patagónico Net
Se entregó una primera parte del subsidio que permitirá poner en funcionamiento la planta de elaboración de jugos de la Cooperativa Paralelo 42.
El Gobierno del Chubut entregó un subsidio de 500.000 pesos como primera entrega de los de 2 millones de pesos comprometidos para poner en funcionamiento la planta para la elaboración de jugos de la Cooperativa Paralelo 42 de El Hoyo.
Los fondos otorgados mediante decreto firmado por el gobernador Mariano Arcioni, permitirán la finalización de las obras de la planta de jugos naturales (libres de conservantes químicos) de frutas finas, frutas de pepita y carozo y hortalizas, y a la gestión de recursos antes otros organismos.
“Este aporte y acompañamiento es importante porque vamos a contribuir a la finalización de la planta. Se traduce en puestos de trabajo para la gente de la región, a través del cooperativismo impulsando las economías regionales y diversificando la matriz productiva”, señaló el ministro de Industria y Agricultura, Leandro Cavaco.
Actualmente la Cooperativa Paralelo 42 produce la marca “Kimelü”, compuesta por líneas de jugos de frutas de 9 sabores. Además productores frutícolas de la zona elaboran allí dulces y helados de fruta fina en la sala que cuenta con 4 cámaras de frío, un túnel de enfriamiento y un galpón de acopio.
Ofrece distintos servicios para el productor, en especial venta de insumos y servicios de frio para la fruta que es perecedera como la frambuesa, sobre todo dirigido al pequeño productor que no tiene en su chacra la infraestructura suficiente.
La planta tiene una capacidad de procesamiento de 252.000 kg/año de frutas y hortalizas, y se prevé que producirá 193 mil lts/año de jugos y pulpas y 86 mil ud/año de helados paleta, focalizando su propuesta de valor con una oferta variada de productos sanos, naturales, libres de conservantes químicos, innovadores y elaborados a partir de la producción local de frutas y hortalizas.
Este emprendimiento permitiría incrementar el valor agregado a la producción comercial actual (fruta finas, cerezas, guindas), dotar de valor económico a la producción no comercial (manzanas, ciruelas, peras, membrillos, etc.), crear nuevos puestos de trabajo en la localidad e incorporar de manera formal en la cadena de valor a pequeños productores locales que se convertirían en proveedores, socios y dueños del emprendimiento cooperativo.