A días de las elecciones, la lista Bordó, opositora a la conducción de Héctor Daer en Sanidad, denunció un ataque de patotas que terminó con la policía en la puerta del Sanatorio Güemes de la Ciudad de Buenos Aires: «Les han pegado hasta a mujeres. Todo para que no entre un volante que opine una cosa distinta a la que opinan ellos», expresaron.
La Lista Bordó identificada con la izquierda que encabezan Alejandra Ruz, enfermera del Hospital Dupuytren y candidata a Secretaria General y Joana Bordón, mucama del Hospital Italiano y candidata a Secretaria Adjunta desafiará a la lista Celeste y Blanca que encabeza Héctor Daer en las próximas elecciones del gremio de Sanidad.
Durante el mediodía de este jueves, militantes de la opositora se acercaron a la puerta del Sanatorio Güemes a volantear de cara a los comicios que se realizarán el próximo 14 de octubre.
Fueron interceptados por militantes de la Celeste y Blanca que los echaron a empujones y golpes.
InfoGremiales se comunicó con César Latorre, el delegado general del Hospital Italiano y militante de la lista Bordó: «Estábamos haciendo una panfleteada. Apenas llegamos nos revolearon las cajas de volantes. Nosotros nos pusimos a levantar los volantes hasta que nos quisieron sacar por la fuerza. Fue tal el revuelo que hasta vino la policía.», relató.
«Lo hacen con impunidad en la vía pública, hay videos de vecinos, de familiares de personas internadas. Les han pegado hasta a mujeres. Todo para que no entre un volante que opine una cosa distinta a la que opinan ellos, imagínense cómo es la situación ahí adentro.», agregó.
La agrupación Bordó denunció las agresiones físicas y calificó de «patotas sindicales» a quienes les pegaron. «La Celeste y Blanca, lista encabezada por (Héctor) Daer, atacó con patotas a compañeros de la primera línea que se encontraban volanteando las propuestas a los trabajadores del Sanatorio Güemes de cara a las elecciones del gremio», sostuvo Alejandra Ruz, enfermera del Dupuytren y candidata a secretaria general por la oposición.
«Todo para no dejarnos expresar. Vemos que también se preparan para hacer fraude e imponer trabas a la hora de la fiscalización. La burocracia sindical aparece cuando entrega nuestros derechos laborales o cuando quiere acallar las voces que lo denuncian. ¿Cómo piensan defender a los trabajadores si atacan y golpean a quien piensa diferente?», se pregunta.
«Cada ataque de la burocracia podrida demuestra el miedo que tienen de que crezca una alternativa que no les teme y que surge desde abajo», completó Alejandra Ruz.
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