El líder de Sanidad y cotitular de la CGT, Héctor Daer, confirmó las medidas se que se decidieron tras una «negativa absoluta» de parte de la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS) a actualizar los salarios.
El secretario General de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) y cotitular de la CGT, Héctor Daer, confirmó el plan de lucha del sector de la salud que comenzará hoy con asambleas en los lugares de trabajo, y mañana continuará con paros de tres horas por turno, en reclamo de mejoras salariales.
«La medida se dispuso el lunes tras una reunión en el ministerio de Trabajo donde recibimos una negativa absoluta -de parte de la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS)- a modificar los salarios», precisó el sindicalista en declaraciones a Radio La Red.
Daer añadió que «se trata de una discusión que viene desde julio del año pasado, donde no se pudo encontrar salida pero en aquel momento, frente a una situación crítica por la pandemia, acordamos algo que no nos convenció, y arrancó en 4,000 pesos y terminó en diciembre con 7.000 pesos».
«Estamos a 90 días de discutir la paritaria de este año y no pudimos todavía recomponer la paritaria del 2020», dijo y luego recordó que le «adeudan» al sector «entre el 15 y 16 por ciento».
El gremialista sostuvo que, entre tanto, «hubo una suerte de ayuda fundamental del Estado que fueron los ATP y hoy se llaman Repro 2» lo que «genera un standard de funcionamiento», pero insistió en que los salarios «si uno los compara con el 2019, están entre un 15 y 16 por ciento abajo, sin contar lo que estamos perdiendo del 1 de enero a esta fecha».
Consultado sobre su relación con el presidente Alberto Fernández, Daer respondió: «En términos personales, afecto por el Presidente, en términos políticos coincidencia absoluta; y en términos institucionales, somos parte de un proyecto político».
«Ahora, claro está que este debate uno lo viene planteando con diversos funcionarios y empresarios y nunca se termina de instalar», indicó.
Para Daer, «la pandemia dejó varias cosas a tras luz como la necesidad de mayores trabajadores en el sector, pero la realidad marca que no hay ningún incentivo para que alguien se profesionalice e ingrese al sistema».
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