Es la misma de todos los años. Pero distinta. O más difícil, aseguran los que saben. Otra edición del Rally Dakar, la número 33, está comenzando.Desde las tres de la tarde, las máquinas son presentadas una a una y largan simbólicamente desde una rampa ubicada en la plaza Almirante Brown, de Mar del Plata. Y mañana, a las 5:45, apenas iniciado el Año Nuevo, la primera motocicleta hará su partida efectiva, en el inicio de un largo periplo que terminará dos semanas después en Lima.
Además del cambio en la ciudad de salida (habitualmente era Buenos Aires), la llegada a la capital peruana es sin dudas el hecho que distingue a esta carrera de las otras tres que se disputaron en tierra sudamericana. Por primera vez desde que llegó a esta parte del mundo, el Dakar será una carrera de ida, que se irá estirando para no volver, lo que obligará a un esfuerzo doble: el de los pilotos, que día a día irán explorando territorios desconocidos, y el de los equipos de apoyo, que deberán cubrir un itinerario mucho más extenso.
Muchos turistas variaron su habitual rutina de playa y llegaron a la plaza con la sombrilla para ocupar lugares privilegiados, que fueron custodiados con incomodidad debido a la afluencia de público con el paso de las horas.
“Quería ser testigo de esto. Es un evento mundial y lo tenemos en nuestra ciudad, es muy importante para Mar del Plata”, enfatizó Mauro, un fanático abrazado a las vallas de contención que forman el corredor por el que desfilarán las máquinas en la avenida Peralta Ramos.
En una jornada de sol radiante, con temperatura de 24 grados, el Rally Dakar 2014, cuarta edición sudamericana, tendrá su largada simbólica desde las 15 con el paso de 185 motos, 171 automóviles, 76 camiones y 33 cuatriciclos que participarán de la competencia.
Unos 377 oficiales de la policía bonaerense conformarán el operativo de seguridad previsto tanto en la zona del podio como a lo largo de los 6 kilómetros de recorrido hasta la Base Naval, donde se montó el centro administrativo y técnico.
El comisario inspector Néstor Suhit informó a Télam que 120 oficiales custodiarán los palcos; 160 estarán ubicados en el corredor desde la Base hasta el Provincial; 50 efectivos de civil cumplirán tareas de prevención para evitar desmanes y arrebatos cerca de la plaza y 47 agentes se ubicarán en cada corte de calle.
Además, unos 240 empleados de seguridad privada se sumarán al dispositivo.
Según las previsiones de Suhit, “el mayor caudal de gente en la zona del podio se espera a partir de las 14 y ya sobre el final –estimó- quedarán los más fanáticos del Dakar”.
“Pese a la cantidad de público va llegando a la Plaza, el ambiente es muy distendido. Nunca me sentí tan cómodo trabajando en una previa de la ceremonia de largada”, le dijo a Télam un fotógrafo francés que trabaja en su vigésimo Dakar.
En la Base Naval, la atención estaba centrada en las últimas verificaciones técnicas, que cumplían los pilotos de punta.
Como es el caso de los autos del equipo X-Raid (BMW), con el nueve veces ganador del Dakar, el francés Stephane Peterhansel, y del último campeón del rally, el qatarí Nasser Al Attiyah, quien correrá con una Hummer tras el retiro del equipo Volkswagen.
Cuando a las 15 el primer cuatriciclo deje la Base Naval y llegue a la plazoleta Almirante Brown, se habrá puesto en marcha la fiesta del cuarto Dakar Sudamericano.
Luego del último cuatriciclo saldrán las motos, mientras que la partida del primer auto está prevista para las 17.47 y la de los camiones desde las 20.36.
A las 5.45 del domingo, los corredores partirán en dirección a Necochea para la disputa del tramo inicial con destino final en Santa Rosa, La Pampa, tras un recorrido de 820 kilómetros.
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