“Tuvimos que tomar algunas decisiones difíciles”, explicó el economista jefe de Pepsi, Hugh Johnston.
Con los recortes, el fabricante pretende ahorrar U$S 1.500 millones hasta 2014. Parte de esa cantidad se invertirá en publicidad. También los accionistas se verán beneficiados, pues recibirán dividendos más elevados y se llevará a cabo una readquisición de acciones.
Según la presidenta de la empresa, Indra Nooyi, 2012 será un año de cambios. Pepsi debe hacer frente a un aumento en los costos de las materias primas que no puede trasladar fácilmente a sus productos.
Aún así, el año pasado los beneficios de Pepsi aumentaron un 2%, es decir U$S 6.400 millones. El volumen de ventas creció un 15% hasta los U$S 66.500 millones, aunque ese aumento se debe también a la compra de dos importantes plantas de embotellado estadounidenses.