“La alternativa se llama peronismo”, bramó Axel Kicillof. En el día que se cumplieron 50 años del fallecimiento de Juan Domingo Perón, el gobernador encabezó el acto en la Quinta 17 de Octubre en San Vicente. Fue una actividad bonaerense, pero con un escenario nacional. Convocó a construir un futuro junto a otras fuerzas políticas y volvió a descartar su presencia ante la nueva invitación de Javier Milei a firmar el Pacto de Mayo que, por lo pronto, ya no será de mayo.

Ante un par de miles de militantes, intendentes, dirigentes y sindicalistas que colmaron el ya mítico lugar de descanso del Teniente General Perón y Eva Perón, Kicillof pidió por la apertura de una nueva etapa que, en su visión, debe ser liderada por el movimiento peronista.

Para el gobernador, ese recorrido demanda dos tareas. La primera, es crear una red para proteger los derechos que Milei ataca “reduciendo el daño social”. La segunda, “construir junto a las fuerzas política democráticas de Argentina que en el futuro permita rebatir la destrucción que está en curso”.

Este camino está basado, según Kicillof, en otra visión de país. “Es hora de los nacionalistas, no de los vendepatria”, dijo. Se trata de una dualidad que tiene una clara sintonía con una de las obras escritas por Perón.

En “Los Vendepatria”, el tres veces presidente de la Nación detalla los inicios del gobierno de facto de la Revolución Libertadora. Habla de una crisis provocada y no heredada, de la destrucción deliberada de nuestra industria, de “quemar” dólares en vez de utilizar nuestros combustibles y de un capital extranjero presentado como un “mágico curalotodo”.

Todos estos conceptos transitaron el análisis de Kicillof respecto a la gestión de Milei, tanto en el discurso de este lunes como en casi todos los que esbozó a lo largo del año. Por eso, en más de una ocasión sonó el recurrente “Patria sí, colonia no” que la liturgia peronista profesa en cada una de sus actividades.

Kicillof tomó la posta de aquel guión anticolonialista y lo usó como disparador para rechazar, una vez más, la convocatoria del Presidente a la firma del Pacto de Mayo. “El 4 de julio es una fecha más acorde para la firma”, ironizó el gobernador en alusión al Día de la Independencia de Estados Unidos. Así, dos cosas son seguras de la invitación libertaria: no será en mayo y Kicillof no irá.

Para que no haya dudas, aclaró que su “único pacto es con el pueblo y no lo vamos a traicionar por una foto”. Además, en el plano de las distancias entre nacionalistas y vendepatrias, Kicillof vaticinó un desenlace poco feliz para la visión mileísta: “Les va a resultar imposible convertirnos en colonia porque por acá paso Perón y dejo el peronismo instalado en la conciencia, en las voluntades y en el corazón del pueblo”.

Y es que, como mencionó Kicillof, el peronismo nació a como una respuesta del pueblo a un país injusto y fue el que “empezó a democratizar el bienestar, la dignidad y la felicidad”. Eso, aseguró, tuvo un nuevo capítulo en la historia argentina. “Gracias a Néstor y a Cristina ‘peronismo’ volvió a ser una palabra y una fuerza incómoda para los poderosos”, recordó.

En sontonía con la fecha, hubo un repaso desde la simbología, la obra, los discursos, las políticas, los gestos y el legado de Perón, pero el gobernador remarcó que no debe haber confusiones y hay que pensar para adelante. “Algunos pensarán que estamos para recordar el pasado, pero se equivocan, porque si vinimos tantos es porque estamos para construir el futuro”, indicó.

“La dignidad no es un negocio”

Más allá de una jornada que tiene una naturaleza de tristeza y nostalgia, el peronismo sembró un clima de efervescencia con sonrisas y sin lágrimas. A pesar de los embates del Gobierno nacional y del “dolor” al que se refirió Kicillof porque hoy haya un Presidente que define a la justicia social como una aberración, el mensaje del gobernador fue certero: “No nos van a desmoralizar”.

Así, el acto comenzó con las palabras de Perón. “Quienes quiera oír que oigan, quien quieran seguir que sigan”, se escuchó decir al General. Tras esa frase Kicillof subió al escenario junto a la vicegobernadora, Verónica Magario;  el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela; y la senador nacional y ex gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci.

En primera fila estuvo el presidente del PJ de la provincia, Máximo Kirchner, junto a un colectivo de intendentes bonaerenses. No hubo asistencia del Frente Renovador, a excepción del jefe comunal de Navarro, Facundo Diz. Pero sí llegó a San Vicente todo el arco del sindicalismo. Pablo Moyano y Héctor Daer de la CGT junto a Hugo Yasky de la CTA, dieron el presente.

Desde el fondo con las banderas, hasta quienes se sentaron al frente de las sillas, la frase ‘la Patria no se vende’ sonó casi en continuado. Una y otra vez, Kicillof explicó que no hay un solo indicador económico positivo tras siete meses de gobierno de Milei. Pero aseguró que, a pesar de las intenciones del Gobierno nacional de repartir mucho para pocos y poco para muchos, “la certeza de nuestro pueblo es la de ser portadores de derechos”.

Descartó la posibilidad de abrir lugar a la “resignación popular” y llamó a “trabajar en unidad”. Volvió a defender el rol del Estado. Citó al Papa Francisco quien afirmó que los Estados nacionales son “más necesarios que nunca”. “En la provincia seguimos este camino”, apuntó.

Sobre este punto, volvió a sostener la dualidad antagónica entre Provincia y Nación. Acusó a Milei de no querer achicar el Estado, sino que “vino a desintegrarlo”. Y recordó que, días atrás, el propio Presidente se definió como un “topo” dentro del Estado cuya misión, cual Terminator, es destruirlo. “Más que un chiste es la confesión de un crimen social”, sostuvo Kicillof.

En el marco de las críticas al rumbo del Gobierno nacional y una búsqueda de plasmar la distancias astronómicas con el peronismo, el gobernador dijo:

“La dignidad no es un negocio”

“Los derechos no se miden por la ganancia económica”

“La solidaridad no es un cálculo ni una transacción”

“La libertad sólo es posible con igualdad de oportunidades”

“La vida no es un mercado y la patria no se vende”

La visión bonaerense

Previo a su llegada a la quinta que Perón adquirió en 1947 y hoy resguarda los restos del General, Kicillof inauguró dos Centros de Asistencia Primaria de la Salud y el nuevo centro universitario de San Vicente. Estuvo acompañado, entre otros, por el intendente local, Nicolás Mantegazza, quien ofició de anfitrión del encuentro peronista.

Para el jefe comunal que reeligió en diciembre de 2023 desde Unión por la Patria, las inauguraciones fueron una manera clara de homenajear desde la gestión a Perón. Precisamente, Kicillof lo comentó en su discursó y recordó, por ejemplo, que en 1949 fue Perón quien estableció la universidad pública y gratuita.

Desde su mirada, Mantegazza sostuvo que “estos tiempos nos rebelan, porque en vez de esperar y ver qué pasa, desde el peronismo nos ponemos al frente construyendo respuestas y soluciones”, aseguró en diálogo con este medio.

Respecto al rol del gobernador, el intendente sanvicentino remarcó que hay un trabajo articulado para dar curso a las soluciones que piden los vecinos. “Pudimos revivir obras que Milei había matado”, apuntó.

En diálogo con Buenos Aires/12, el intendente de La Plata, Julio Alak, celebró el acto y afirmó que “la provincia de Buenos Aires reivindica la vigencia del pensamiento del General Perón y de Eva Perón y el gobernador lo sintetiza perfectamente”.

Dijo que “recordar a Perón es una obligación que trasciende al peronismo y todas las fuerzas políticas deberían homenajearlo”. “Fue quien desarrolló una ideología que puso al ser humano como centro, siendo que, incluso, el humanismo de Perón anticipa las cartas de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos”, destacó Alak.

También, aseguró el intendente de la capital bonaerense, Perón dejó para la posteridad un método de construcción movimientista acompañado de un fortalecimiento del rol del pueblo el cual tiene la potestad de promover los liderazgos.

“En Argentina tiene que haber una alternativa clara y precisa y no es otra que la provincia de Buenos Aires junto a otras, no muchas”, sintetizó.

Entre los intendentes también estuvo Mariano Cascallares de Almirante Brown, que afirmpo que “siempre es importante encontrarse con las compañeras y los compañeros del peronismo bonaerense”. “Más en esta jornada tan especial en la que se cumple medio siglo del paso a la eternidad de Juan Perón nuestro conductor”, remarcó.

Pero las presencias no sólo se circunscribieron al conurbano. Desde Mar del Plata, el ex intendente y actual diputado provincial Gustavo Pulti señaló que el homenaje Perón “fue un acto de Justicia histórica”. “Está en el aire de esta época la plena vigencia de los ideales que inspiró el General, y sobre todo frente a la épica de la claudicación a la que convoca Milei”, remarcó el dirigente costero.

En este sentido, destacó que Kicillof “está asumiendo la responsabilidad de expresar los valores fundamentales del movimiento nacional: la soberanía política, la defensa de la industria argentina, la justicia social, la universidad pública y gratuita, el desarrollo económico, y una proyección al mundo defendiendo el trabajo de nuestra gente”.

Para Pulti, el acto encabezado por el gobernador, por la presencia federal que tuvo, “propone una proyección política concreta de los ideales”. “La causa Nacional necesita un nuevo abanderado”, destacó.

La visión federal

El encuentro en la quinta de San Vicente tuvo como matriz conductora al peronismo de la provincia de Buenos Aires. Sin darle vueltas, el acto fue en la provincia de Buenos Aires. Pero no sólo asistieron bonaerenses, y el escenario desde dónde habló Kicillof contó con la presencia de otro gobernador y de una ex gobernadora.

Ambos llegaron del norte argentino. La primera voz que se escuchó tras el video que se proyectó con las palabras de Perón fueron las de Corpacci. La ex gobernadora catamarqueña aseguró que “en tiempos de persecución como tuvo el General, es nuestra obligación como militantes anteponer la necesidad de la gente”. Bajo esa premisa, exclamó que “es inmoral no trabajar por la unidad del peronismo”.

Lucía Corpacci, senadora y exgobernadora de Catamarca. 

Ya abajo del escenario, conversó con este medio. Tanto Kicillof como Corpacci son vicepresidentes del Partido Justicialista nacional, lo que generó el diálogo entre ellos y otros gobernadores para tener un acto con una matriz federal. “Gildo Insfrán, gobernador de Formosa, también quería venir”, contó la dirigenta.

“Es importante entender que no todo debe resolverse en Capital Federal o en Buenos Aires, porque más allá de la avenida General Paz hay ciudadanos que eligen y que piensan”, remarcó.

Al respecto del futuro del peronismo, Corpacci señaló que “el diálogo federal lo tenemos que construir entre todos, no hay que nombrar a uno sólo, necesitamos ser muchos”.

Junto a Corpacci estuvo Quintela. El gobernador riojano dio la nota de color cuando argumentó que “le temblaban las piernas” por tener que hablar ante una multitud. “Venimos de provincias chicas”, soltó con risas Quintela.

Desde su perspectiva, es una “obligación” del peronismo tener que constituir un lugar común. Reflexionó sobre la importancia de ser oposición, de ser el núcleo de la resistencia a través de los trabajadores y el valor de la ser “generoso” aunque duelan las acciones de otros compañeros.

Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja. 

Como representante de las provincias, además de Corpacci y Quintela, estuvo, entre otros, Agustín “Chivo” Rossi. El dirigente santafesino, que fue el compañero de fórmula de Sergio Massa en las últimas elecciones, le aseguró a este diario que la alternativa debe ser un “peronismo revolucionario”.

“El pensamiento de Perón, como dijo el gobernador de la provincia de Buenos Aires, está vigente”, destacó Rossi. “Es obligación nuestra construir popular, porque la derecha se asienta en los grupos económicos, y el peronismo se asienta en el poder popular”, dijo.

Aseguró que Argentina sufrirá un “tsunami económico” lo que amerita que el peronismo piense en el país post Milei. “No puede ser ibuprofeno la respuesta, debe ser un peronismo revolucionario”, remarcó.

 

“Como dijo el General, para hacer una tortilla hay que romper un par de huevos, y el peronismo tiene que estar dispuesto a romper un par de huevos”, apuntó Rossi.