Miguel Ángel Brindisi vivió sus últimos momentos como entrenador de Independiente. El pálido andar por la B Nacional obligaron a que en conjunto, el DT y la Comisión Directiva encabezada por su presidente Javier Cantero, tomen la decisión de ponerle punto final al mandato como comandante del equipo. Por eso, el entrenador mediante una conferencia de prensa de despedida indicó: “Esperemos que esto se pueda revertir”.
Se fue. Miguel Brindisi dejó de ser el entrenador de Independiente.
“La salida fue de común acuerdo. Es cierto que anoche hablamos de que el club necesita hacer un cambio, acepté las decisiones, las decisiones no se discuten, se aceptan. Lo importante es que esto se pueda revertir”, expresó Brindisi.
Pese a dejar el banco vacío, luego de un pálido inicio de temporada por la B Nacional, el entrenador aseguró: “Estuvimos siempre y seguiremos estando desde otro costado como tiene que hacer la gente de bien. Deseando que se revierta esto. En la etapa anterior se consiguió todo, no fue esta en la segunda vez, igual. El objetivo es devolver al club a la Primera categoría y no lo estamos consiguiendo”.
“Independiente tiene un gran plantel. Estaremos pendientes de que esto pueda seguir adelante y estaremos siempre en las buenas y en las malas” cerró el DT. El convenio se alcanzó anoche y de tal manera se cerró el segundo paso por la institución del técnico que ganó tres títulos en su paso anterior, entre 1994 y 1995.
La desvinculación de Brindisi se da a un año exacto de la salida de Cristian Díaz, casualmente también en la cuarta fecha del certamen doméstico (pero de Primera) habiendo obtenido ambos dos puntos sobre doce posibles y siendo los dos los entrenadores durante la pretemporada.
El principal candidato apuntado por la dirigencia de Independiente para sucederlo es Omar De Felippe, el ex Quilmes y Olimpo. Otros posibles reemplazantes son: Pedro Damián Monzón, actualmente en Platense, y José Pepe Romero, ex All Boys.
Independiente, con solo dos puntos sobre doce en juego en su primera experiencia en el Nacional B, y con un promedio de 0,500, que haría que en estos momentos descendiera a la B Metropolitana, deberá mejorar su campaña en principio para no volver a caer en el abismo y luego, cuando el timón tenga un camino enderezado, comenzar a pensar en el sueño de volver a la máxima categoría.
