El exministro de Trabajo y exembajador argentino en México, Carlos Tomada, advirtió sobre el deterioro democrático bajo la gestión de Javier Milei y llamó a construir una respuesta popular para frenar las políticas de ajuste y los discursos de odio. También criticó la pasividad de los empresarios frente a las políticas económicas que podrían perjudicar sus propios intereses, como en el caso de las empresas alimenticias y la apertura de importaciones: «Van a cerrar a lo pavote», vaticinó.
Carlos Tomada, exministro de Trabajo durante el gobierno de Cristina Kirchner y exembajador argentino en México, realizó duras críticas al gobierno de Javier Milei, al que comparó con una dictadura. En una entrevista en AM 750, denunció el recorte de derechos fundamentales, los discursos de odio y las amenazas hacia sectores opositores y minorías. «Cada día que pasa, la realidad de este gobierno se asemeja más a una dictadura», afirmó, instando a la sociedad a reaccionar para defender la democracia.
El exfuncionario expresó su preocupación por la creciente brutalidad del gobierno, aludiendo al contexto autoritario y a los ataques discursivos contra opositores y la comunidad LGBT+. Además, señaló que las declaraciones de Milei durante el Foro Económico Mundial en Davos representan un límite intolerable. «Cuando Milei habla de 100 años de fracaso, cuestiona la historia democrática del país. Esto no es solo un estilo; es un ataque directo a las instituciones», destacó.
Tomada también hizo un llamado a la movilización masiva como herramienta democrática para frenar las políticas del gobierno: «Es mentira que no sirve salir a la calle». Aseguró que manifestarse en las calles sigue siendo una forma legítima de demostrar el desacuerdo popular y recordó que, en el pasado, la presión social logró moderar iniciativas oficiales. «En democracia, después del voto, la movilización y el paro son las expresiones más contundentes contra las políticas de ajuste», subrayó.
Asimismo, criticó la pasividad de los empresarios frente a las políticas económicas que podrían perjudicar sus propios intereses. Tomada cuestionó el «silencio notable» de sectores productivos como la industria alimenticia, que podrían verse gravemente afectadas por la apertura de importaciones: «Van a cerrar a lo pavote», advirtió. Según él, este mutismo es reflejo de un clima político que empodera a ciertos grupos económicos a expensas del resto de la sociedad.
En un contexto de creciente polarización, el exministro instó al peronismo a dejar de lado las disputas internas y construir una respuesta unificada frente a un gobierno que, según él, amenaza con desmantelar las conquistas democráticas. “Este es un momento crítico; necesitamos una reacción colectiva para defender los derechos y la democracia”, concluyó.
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